Las llamas consumieron el pasado martes el frontal de un Tesla Model S en el estado de Washington, en la costa Oeste del país. El fuego se inició después de de que vehículo impactará con un objeto metálico, según se puede leer en el informe de los bomberos y en la nota de prensa que ha hecho pública la compañía de Palo Alto.
El único ocupante pudo salir ileso del vehículo, el cual aparentemente detectó el problema e incluso aconsejó al conductor que abandonara la carretera. El incendio se propagó rápidamente, hasta alcanzar al precio de las acciones de Tesla Motors en bolsa.
Que un coche prenda fuego no es por lo general noticia. Fueron más de 180,000 vehículos los que se incendiaron en las carreteras de Estados Unidos en 2011. Cuando se trata de un coche eléctrico las noticias pretenden hurgar en la seguridad de estos, aunque muchas veces el incendio no tenga nada que ver con el sistema eléctrico.
Lo ocurrido en el estado de Washington hace unos días va un poco más allá de un coche eléctrico en llamas. Se trata del modelo insignia de los eléctricos, el Tesla Model S. La berlina de lujo que ha sido idolatrada por tantos, que ha alcanzado la mayor puntuación en las pruebas de colisión de la NHTSA y que tiene estupefactos a los inversores con su imparable ascenso en NASDAQ. Hasta ayer.
Según la nota de prensa de la compañía; «un Model S colisionó con un objeto metálico de gran tamaño en el medio de la carretera. El sistema de alarma del coche alertó de un problema e indicó al conductor que estacionase de forma segura, como así hizo. Nadie sufrió heridas y el único ocupante tuvo tiempo suficiente para abandonar el vehículo sin problemas y avisar a las autoridades. Posteriormente el fuego, originado por el importante daño durante el impacto, fue contenido en la parte frontal del vehículo gracias al diseño y a la construcción del vehículo y del pack de baterías. Todo indica que el fuego nunca entró en el habitáculo. Fue apagado en el mismo lugar por el departamento de bomberos».
En el informe de los bomberos, que incluye la declaración del conductor, se refleja cómo el vehículo perdió potencia tras el accidente y el olor a quemado se hizo evidente en el interior del coche. Los bomberos, que reportaron erróneamente el origen de las llamas en el motor del vehículo, también se encontraron con un fuego al que no están acostumbrados. «El uso de agua parecía intensificar la actividad del fuego», que se reactivó cuando parecía extinto.
El equipo de bomberos tuvo serios problemas para atajar el fuego, ya que no consiguieron acceso al origen de este, en la parte frontal de la batería, desarmando la estructura del coche y tuvieron que introducir agua a través de un agujero abierto con una sierra circular en la parte frontal del coche.
Las baterías de ion litio montadas por la mayoría de los vehículos eléctricos no soportan ser penetradas por objetos metálicos. Al ser atravesadas por un objeto se genera un cortocircuito de la celda que a su vez puede provocar un incendio. La viveza de este depende de la composición de los electrodos y una vez originado puede propagarse con facilidad a las celdas adyacentes. Es por eso que las baterías suelen estar fuertemente protegidas y el diseño de los acumuladores se lleva a cabo considerando esta posibilidad. Para ser justos un deposito lleno de gasolina tampoco tolera bien ser atravesado por un objeto metálico.
Es interesante analizar el incidente para destacar que a pesar de que el fuego destruyó por completo la parte delantera del vehículo, este no se extendió al resto de la batería, que ocupa todo el espacio entre las 4 ruedas del coche. Y no hay que olvidar que no se trata de un fuego espontaneo, sino de la consecuencia de un accidente fortuito.
Más allá de un simple accidente sin consecuencias graves, la repercusión de la noticia ha llegado al parqué del NASDAQ, donde cotizan los valores de Tesla Motor, que han sufrido una caída del 6,24%. Aunque no hay que descartar la excepcional situación de crisis presupuestaria por la que está pasando la administración estadounidense como parte de esta caída, también es cierto que algunos analistas han cambiado su valoración de la compañía de positivo a neutral.
Fuente | International Business Times
