Baterías. El silicio se hace fuerte.

El silicio vuelve a presentar sus cartas como el mejor material para potenciar los ánodos de las baterías de ion litio. Esta vez se trata de un proceso sencillo que puede otorgar a este material la estabilidad necesaria para su uso comercial, larga durabilidad y mayor densidad energética.
El resultado son baterías de ion litio con entre 3 y 4 veces más capacidad que las actuales, usando materiales baratos y aprovechando la tecnología presente en la fabricación de acumuladores. Todo gracias a un rápido tratamiento térmico del electrodo.