El pasado año la iniciativa para crear una red de estaciones de cambio de baterías, Better Place, cerró sus operaciones por la fría acogida del público, y los elevados costes de las infraestructuras.
Pero 18 meses después del colapso de la empresa, el importador de Renault en Israel se ha encontrado con un problema. Cientos de unidades del Renault Fluence ZE se acumulan en las instalaciones sin lograr encontrar un nuevo propietario. Unos coches que no han llegado a ser entregadas, o que han sido devueltas por los mismos al terminar los contratos. La cuestión es que estos modelos están almacenados en el puerto de Ashdod, donde el paso del tiempo está provocando grandes daños.
Carasso Motors, importador de Renault-Nissan en Israel, ha intentado vender las unidades disponibles mediante grandes promociones. Pero parece que ni con esas son capaces de librarse de gran stock que tienen. Esto es una tragedia para unas baterías que de no ser cuidadas, llegarán a perder su carga, y quedarán totalmente inutilizables.
Ahora según los responsables del importador, el siguiente paso será desguazar las unidades almacenadas. Es de suponer que extraerán las baterías para su venta, siempre y cuando su estado permita un nuevo uso, ya sea en otros vehículos, como para almacenamiento de energía.
En nuestro mercado Renault también intenta deshacerse del stock disponible, y ya no es difícil encontrar unidades por menos de 6.000 euros, más el correspondiente alquiler de batería.
Vía | Globes
