La administración Obama quiere dejar atada su apuesta por el coche eléctrico de cara al cambio de gobierno que se producirá en los próximos meses, ya sea dentro del propio partido demócrata, como con la posible llegada de los republicanos.
Entre las medidas más destacadas está el desbloqueo de 4.000 millones de euros destinados a garantías y préstamos para apoyar la expansión de la infraestructura de recarga para coches eléctricos. También se invertirá en la identificación de los mejores emplazamientos para esta infraestructura, con la idea de crear corredores para los coches eléctricos, con el objetivo de tener una red por todo el país para 2020.
No menos importante será que desde el gobierno central se instará a los estados y ciudades a colaborar con el gobierno para colaborar en la expansión de la red de recarga. Una forma de involucrar a las administraciones locales, que son las que mejor conocen sus necesidades.
También se hará hincapié en el desarrollo de nuevas soluciones para la recarga de coches eléctricos, así como promover el estudio de viabilidad de las recargas super rápidas. Recargas que llegan a potencias de 350 kW, y que permitirán reducir de forma importante los tiempos de recarga de los coches eléctricos.
Muy importante también es el tema del coste de las baterías. Partiendo de la iniciativa Battery500, que involucra a empresas como IBM, se busca la creación de una batería con una densidad de unos 500 Wh/kg, suficientes para proporcionar a un coche medio una autonomía de 800 kilómetros. Ahora el objetivo además de lograr mejorar la autonomía, se busca encontrar la forma de reducir el precio del kWh hasta una cifra cercana a los 100 dólares. Una cifra que los expertos indican marcará un momento clave para el desarrollo del coche eléctrico.
Un proyecto que contará con un apoyo desde la administración central de 10 millones de dólares cada año a lo largo de los 4 próximos años, y que involucrará a 4 laboratorios y 4 universidades a lo largo de Estados Unidos.
Un ambicioso programa que pone sobre la mesa la importancia con la que se han tomado los norteamericanos el coche eléctrico, y donde como vemos, la infraestructura de recarga es una de las prioridades para lograr acelerar su implantación.
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Vía | Electrek
