Farolas convertidas en cargadores de coches eléctricos en menos de una hora
España tiene un reto por delante para ofrecer carga a los miles de coches eléctricos cuyos propietarios no tienen una plaza de garaje donde instalar un equipo doméstico. Pero para los que duermen en la calle, además de los cargadores rápidos, también puede haber una alternativa sencilla, económica y enormemente funcional, las farolas. Ahora, una startup ha desarrollado un sistema para transformarlas en cargadores, y en menos de una hora.
El diseño es de la norteamericana Voltpost, y no es el primero de su clase, pero si una de las más interesantes por cuestiones como su diseño minimalista, y su facilidad de instalación.
Este dispositivo permite convertir farolas en cargadores para coches eléctricos mediante una carcasa que cubre la parte inferior de la farola y contiene toda la electrónica para permitir la carga de entre dos y cuatro coches eléctricos de forma simultánea.
La carga, como era de esperar, es en corriente alterna y a baja potencia. La idea es ofrecer una alternativa para poder cargar durante varias horas, y hacerlo además con un coste más bajo que las estaciones rápidas.
Precisamente la sencillez de su propuesta le diferencia de otras iniciativas que están intentando expandirse por Europa, como la alemana Ubitricity, que lleva años realizando instalaciones por diferentes ciudades del viejo continente.
Pero Voltpost destaca su propuesta gracias además del diseño sencillo y minimalista, también a que el cargador cuenta integrado con funciones de conectividad.
Gracias a esto, los administradores de las estaciones de carga tienen acceso a software personalizado que les permite controlar los precios y monitorear los dispositivos de forma remota. Por su parte, los usuarios pueden descargar una aplicación específica que les permite reservar un puesto de forma remota, iniciar y supervisar la sesión de carga desde el móvil.
Una alternativa que permite reutilizar recursos ya desplegados, como las propias farolas, y que queda por ver si también se puede sacar partido al cableado, o cada farola necesita una actualización en este aspecto. Algo que puede diferenciar una instalación económica de otra algo más costosa.
Pero está claro que para lograr una implantación masiva del coche eléctrico, no hay una bala de plata que solucione todos los retos y necesidades, y será necesario desplegar una amplia variedad de alternativas adaptadas a las diferentes características de cada usuario.
