El fabricante chino ha lanzado una oferta pública de acciones buscando liquidez para seguir desarrollando las diferentes áreas en las que está trabajando. Entre ellas se encuentra el programa de coches eléctricos y la fabricación de baterías para estos, de los que parte de su futuro se jugaba en esta ampliación de capital. Al final las acciones colocadas suponen un total de 229 millones de dólares, un 35% menos de lo esperado por la marca china.
Las razones para este importante pinchazo pueden deberse a muchos factores pero todo apunta a la falta de confianza de los mercados motivada por la bajada de BYD de casi un 50% de su valor en la bolsa de Hong Kong en solamente 10 meses. No ha ayudado la poca demanda interna motivada por unos precios inalcanzables para la mayor parte de los compradores, y que ahora además debe sumar el lastre de la pérdida de las ayudas públicas del gobierno chino.
Esta situación choca con la vivida hace unos meses por el fabricante californiano Tesla, que en su salida a la bolsa logró obtener nada menos que 226 millones de dólares y sobre todo, un espaldarazo de confianza de los inversores a su programa de coches eléctricos, algo que parece que le está faltando a los chinos y que podría poner en peligro su desembarco en occidente.
En resumen, si llevamos mucho tiempo esperando la llegada de los coches eléctricos procedentes del lejano oriente, parece que con estas noticias no solamente tendremos que esperar si no que incluso podríamos no verlos en nuestras carreteras hasta dentro de muchos, muchos años y es una pena ya que estamos seguros que su simple amenaza ha servido de acicate a los adormilados fabricantes europeos.
Nota:
Según el distribuidor en España de BYD, el Grupo Bergé, la llegada del que será el primer modelo a la venta en Europa, el F3DM, está fijada para este otoño.
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Fuente:
Allcarselectric
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