Volkswagen Golf eléctrico, promesa o realidad

Estos días el fabricante alemán está en nuestro país para mostrar en vivo y en directo lo que muchos no se acaban de creer, que Volkswagen si dispone de un coche eléctrico, concretamente es el Golf blue-e-motion, un laboratorio sobre ruedas cuya llegada al mercado se ha ido dilatando en el tiempo y que nos hace preguntarnos si se trata realmente de un prototipo con fines comerciales, o simplemente una estrategia publicitaria.

Está claro que antes o después VW tendrá que dar el salto y poner en el mercado un coche eléctrico, algo que sus competidores como Mercedes ya harán este mismo año, con el Smart ED, mientras que BMW se lanzará, si nada lo impide, el próximo 2013 con la familia «i». La pregunta es ¿cuando lo hará Volkswagen?

Según fuentes del fabricante, no hay prisa por poner en el mercado el producto, por lo que se ha planteado que como muy pronto, este saldrá a la venta en 2014, aunque todo dependerá de factores como la evolución de las ventas de sus rivales, la expansión de una red de puntos de recarga y la aprobación por parte del gobierno alemán de las ayudas a la compra de coches eléctricos, factores que podrían retrasar más todavía la llegada del Golf eléctrico.

Esto quiere decir dos cosas, que VW no está interesado a corto plazo en el sector de los coches eléctricos por una razón obvia, las actuales cifras de ventas son excelentes, con unas ganancias récord en este primer semestre, y cualquier cambio podría ser a peor, y es por eso que han preferido dejar a constructores como Renault y Nissan la iniciativa de abrir el camino.

Esto puede resultar en dos situaciones, que en 2014 la competencia haya logrado hacerse con el control de mercado y Volkswagen vea caer las cifras de ventas y su imagen por parte de unos compradores que no perdonen su apatía, o que para entonces el mercado de los coches eléctricos no haya despegado y puedan de nuevo retrasar su llegada esperando tiempos mejores con el consiguiente rendimiento económico.

Y es una pena ya que un modelo como el Golf dotado de un sistema eléctrico, más allá de las discretas prestaciones que ofrece en estos momentos, sería un golpe mediático que convencería a miles de escépticos que hasta que vean un modelo del grupo VAG electrificado no se creerán que la transición está en marcha.

Lo que está claro es que los fabricantes ofrecen lo que piensan que demandan sus clientes, y si los clientes de Volkswagen demandan eléctricos, VW fabricará eléctricos, y ahí es donde puede residir el problema.

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