Un nuevo informe indica la dramática caída de precios de las baterías a partir del 2020

Un informe de la consultora McKinsey vuelve a traer a la primera página de las noticias el descenso que tendrán los precios del que es el elemento más costoso de un coche eléctrico, su batería, una noticia que nos llena de optimismo a la vista de que este es el principal problema para que la tecnología logre un mínimo nivel de repercusión comercial.

Según este informe, a partir del 2020 la producción a escala de baterías y la fuerte competencia en el sector, permitirá un descenso muy importante en cuanto a los costes de producción, además de los precios que debemos pagar los consumidores por las mismas, y según McKinsey, el precio del kWh pasará de los 600 dólares actuales (489 euros) a poco más de 200 dólares para el 2020 (162 euros) y 160 dólares para el 2025 (130 euros). Esto supondrá que baterías como la del Chevrolet Volt, pasará de los 8.000 dólares actuales (6.490 euros) a los 2.560 dólares (2.076 euros) una caída de casi el 70% de su coste actual.

Pero además de llegar con un precio más competitivo, las nuevas generaciones de baterías también disfrutarán de una importante evolución, una mejora que el informe estima que estará entre un 80-110% para el 2020, con un descenso el coste de entre el 40 y el 45% para esa fecha.

Esto supone que teóricamente modelos como el Nissan Leaf podrán disfrutar de una autonomía de más de 300 kilómetros con cada carga para finales de esta década, mientras que su precio podría situarse muy cerca del coste de un modelo equivalente con motor de combustión, algo a lo que tendremos que unir la previsible escalada de los precios de los carburantes en los próximos años, lo que nos dará como resultado un producto cada vez más y más interesante para el consumidor.

Pero todo esto no servirá de mucho sin una buena infraestructura de recarga pública, y a pesar de que con 300 kilómetros de autonomía las posibilidades del vehículo se disparan, seguiremos con un problema que limitará de forma muy importante su despegue definitivo, algo que no se logrará hasta que recargar un coche eléctrico sea tan fácil como repostar un coche con motor de combustión, y no tengamos que buscar los puntos de recarga con una lupa.

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Fuente | Reuters