Desde esta mañana al intentar entrar en la web de prensa o en la página principal de Fisker los visitantes se encontrarán con un error, un problema al que podemos sumar la nula actividad en sus redes sociales y que nos podría indicar que estamos ante el final del camino de un fabricante que en los últimos meses ha estado agonizando.
Podría tratarse de un problema puntual, o incluso una consecuencia del impago de más de 500.000 dólares de Fisker con la empresa responsable del diseño de la web, algo que ha agravado el movimiento del Departamento de Energía de los Estados Unidos al recuperar 21 millones de dólares de la cuenta de Fisker que formaban parte de los créditos concedidos y que podría ser la puntilla definitiva al proyecto.
Y es que ya lo decía alguien que sabe mucho de coches eléctricos y que vive la situación opuesta, Elon Musk, y es que según el presidente y co-fundador de Tesla, un diseñador no deber fabricar un coche, debe limitarse precisamente al trabajo de diseño, algo que en un primer momento ha sonado como una bravuconada algo chulesca, pero que el tiempo no ha hecho más que darle la razón.
En los últimos meses Fisker ha estado buscando desesperadamente un inversor que le permitiese seguir con su andadura después de la congelación de fondos del Departamento de Energía de los Estados Unidos, un problema que ha supuesto el principio del fin y que ha sido uno de una larga lista de desafortunados acontecimientos que serían dignos de una película.
Ahora solamente queda esperar la confirmación de los acontecimientos y ver como una buena idea mal plasmada suele tener como resultado el fracaso, y es que el Fisker Karma representa exactamente ese principio ya que solamente con un diseño exterior y un montón de piezas de otros fabricantes no se debe hacer un coche eléctrico, y si lo haces, por lo menos asegúrate que en una primera fase el nivel de calidad de cada parte sea lo más elevado posible para evitar los problemas que hemos visto encarnados en el Karma.
Queda la pregunta de que pasará con el proyecto Atlantic, que pretendía lanzar un modelo de menor tamaño y menor coste dotado de un sistema eléctrico con extensor de autonomía, un interesante modelo que ahora podría desaparecer para siempre.
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