El pasado 7 de noviembre se ha puesto en marcha una interesante iniciativa destinada a comprobar el potencial de los autobuses eléctricos en el transporte de pasajeros. El escenario ha sido el aeropuerto de Niza, donde ha comenzado sus operaciones Watt System, un autobús eléctrico dotado de un sistema de recarga rápida en parada.
Se trata de un desarrollo francés, que se basa en el principio de autobuses 100% eléctricos, pero dotados de pequeñas baterías. Una fórmula que según los responsables del proyecto, permite afrontar el aspecto económico en igualdad con los autobuses convencionales, y de una forma mucho más económica que los autobuses con grandes baterías.
Según uno de los socios del proyecto, «Para electrificar un autobús de 12 metros serían necesarias 4 toneladas de baterías para una autonomía de 200 kilómetros. Una fórmula que además de costosa, se lleva por delante el 40% del espacio de los pasajeros»
En esta ocasión Watt System utiliza un sistema de supercondensadores instalados en el techo del autobús. En el otro lado están los conectores instalados en cada parada. Cuando el autobús llega a una de sus etapas, un brazo robótico conecta el autobús al punto de recarga. Un punto que en apenas 20 segundos proporciona energía suficiente para alcanzar la siguiente parada. En cada parada hay una batería de 1.6 kWh, que sirve para reducir alimentar los supercondensadores, y de esa forma reducir el impacto de la recarga rápida en la red eléctrica, además de proporcionar capacidad para operar las 24 horas del día.
En caso de algún imprevisto, como un atasco o cambio de ruta por alguna obra, el autobús lleva una batería de emergencia con 42 kWh de capacidad, que le permite recorrer entre 30 y 40 kilómetros con cada carga.
Lo más importante para los promotores de este sistema, es que además de económicamente factible, este tipo de autobuses ofrecen una experiencia de uso idéntica a los modelos convencionales, con una capacidad de hasta 100 pasajeros, el doble que los autobuses eléctricos por batería.
Pero sin duda el gran punto a favor de este tipo de vehículos, es el económico. Son mucho más eficientes que un modelo diésel. Si estos necesitan unos 100 euros para completar su jornada diaria, el eléctrico podrá hacerlo con apenas 25 euros. Esto según los responsables del proyecto, permite a las empresas una rápida recuperación de la inversión necesaria en los autobuses y los puntos de recarga.
Fuente | PVI