El bajo precio de los carburantes obliga a Nissan a cambiar de estrategia. Emisiones en vez de ahorro económico

Uno de los principales frentes de batalla de Nissan desde el comienzo de su programa eléctrico ha sido el menor coste de recargar un coche eléctrico, frente al repostaje de un coche con motor de combustión.

Pero en los últimos años hemos sido testigos como una guerra comercial ha derrumbado (en unos lados más que en otros) los precios de las gasolinas. Un ejemplo son los 0.49 euros el litro que cuesta la gasolina en algunos lugares de Estados Unidos frente a los 0.96 euros el litro que costaba hace apenas tres años.

Esto sumado a la llegada de más competencia, y la cercanía del desembarco de la versión con batería de 30 kWh, ha provocado que las cifras del Nissan LEAF en Estados Unidos hayan caído un 39% respecto al pasado año. Todo en un marco de crecimiento donde el mercado se ha incrementado un 20%.

Es por eso que desde Nissan se quiere dar un pequeño giro a la situación. Si el aspecto económico ya no es el más importante para el consumidor, es la hora de apelar a la cuestión de las emisiones.

No sólo desde el plano de que el coche eléctrico permita reducir las emisiones, si no también aprovechar los incentivos que esta característica le permite disfrutar. Un ejemplo lo tenemos muy cerca, en Madrid. Esta semana hemos visto como de nuevo se activaba el protocolo por contaminación que prohibía aparcar en el centro de la ciudad. Algo que se extiende por toda Europa y que se espera se endurezca en los próximos años con la expulsión total de los coches con motor de combustión del centro de cada vez más capitales europeas.

Un momento perfecto para el coche eléctrico que si puede estacionar en estas condiciones y donde los fabricantes como Nissan comenzarán a volcar buena parte de sus esfuerzos publicitarios, al menos mientras el precio de los carburantes siga sin ser un elemento disuasorio para los compradores.

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Vía | Autonews