La expectación previa al lanzamiento del Tesla Model X ha sido enorme. Las reservas durante los más de tres años que ha durado el proceso de lanzamiento, ha llegado a superar las 32.700 unidades a finales del mes de septiembre de 2015. Unas reservas que sólo han llegado a concretar el forma de pedido el 27% de los usuarios con un total de 5.700 unidades entregadas en todo el mundo desde su lanzamiento.
Los problemas como el interminable retraso, que ha llevado a muchos usuarios a optar por un Model S, y también aspectos como el sistema de puertas, principal sospechoso de este retraso, ha provocado que el nivel de producción sea muy bajo en los arranques.
Esto ha tenido como consecuencia que las expectativas de ventas de este año se hayan rebajado hasta las 18.000 unidades, con una perspectiva de no llegar a superar las 20.000 unidades en los próximos ejercicios. Algo que choca con las expectativas de Elon Musk de llegar a las 50.000 unidades este año. Algo que tendrá consecuencias ya a corto plazo, como por ejemplo que Tesla no vaya a cumplir con sus objetivos de ventas en el primer trimestre del 2016.
Entre las razones para estos números inferiores a las expectativas están además de lo comentado de los retrasos, también aspectos como la eliminación de las ayudas públicas en California a las rentas más altas. Algo que en un primer momento podríamos pensar que no debería afectar a coches de más de 100.000 euros de media, pero que parece si tiene su repercusión.
Al menos es lo que se desprende del movimiento poco elegante de Tesla, que a la vista de la entrada en vigor este mes de marzo de la normativa, ha subido a las unidades reservadas en California en la lista de reservas. Esto ha permitido a algunos usuarios disfrutar de los 2.500 dólares extra que da el estado, y sobre todo demostrar que incluso en coches de un coste elevado como el Model X, cada euro, o dólar, cuenta.
Y Estados Unidos es el principal mercado del Model X, y dentro de Estados Unidos, California es el polo de la mayor parte de las matriculaciones.
La otra razón de las bajas ventas podría estar en el elevado precio. El Model S no es un coche precisamente económico. Evidentemente las comparaciones son odiosas y en algunos casos absurdas, como compararlo con un Mercedes o un Audi. Son conceptos diferentes. Pero según los expertos, el Model S en una fría relación calidad de materiales y precio, está algo por encima de su tope. Algo que en el caso del Model X se acentúa.
Como decimos, no es que sea un coche caro comparado con la competencia, incluso podríamos decir que desde un punto de vista de los aficionados es barato, dadas sus prestaciones, pero poco a poco el Model X se ha ido alejando del objetivo inicial marcado por Elon Musk. Como recordamos durante la presentación del X, Musk aseguraba que este llegaría al mercado con un precio de 60.000 dólares. Tres años después la versión más económica, sin tercera fila de asientos ni sistema de piloto automático, está disponible por 81.200 dólares.
A esto se añaden pequeños detalles, que han defraudado ligeramente a los usuarios, como que la segunda fila de asientos no se pueda plegar del todo, como se había mostrado en el prototipo. Pero sin duda el problema estrella, así como la funcionalidad, son las puertas traseras. Los usuarios que viven en zonas lluviosas han indicado que su apertura es una tortura, ya que el agua se acumula en el techo, y cando proceden a abrir una de las puertas traseras, el agua entra en el vehículo.
Por supuesto habrá que ver a medio y largo plazo el comportamiento de estas pesadas puertas, y sobre todo de los motores encargados de su apertura y cierre.
Para terminar algunos usuarios han indicado que se han encontrado una desagradable sorpresa a la hora de contratar un seguro para su coche. Las compañías han tasado al Model X entre los modelos más costosos del mercado a al hora de contratar una prima de riesgo, lo que tiene como resultado unas cuotas mucho más abultadas de lo esperado.
La cuestión es que Tesla puede trabajar en solucionar algunos de los detalles técnicos, pero hay muchos indicadores que nos dicen que el Model X podría pasar a mejor vida antes de lo esperado. Y todo después de un proceso de gestación casi interminable, que ha dado como resultado un coche menos atractivo de lo que las enormes expectativas habían marcado.
La buena noticia para Tesla parece ser precisamente que los usuarios que descartan el Model X, están optando por un Model S. Al menos todo queda en familia.
¿Se convertirá el Model X en el primer fracaso de Tesla?. Pues el tiempo lo dirá, pero la cosa pinta bastante mal.
Vía | Seeking Alpha
