Los cambios que traerá el coche autónomo, y eléctrico
5 min. lectura
Publicado: 11/04/2016 12:17
En pocos años, menos de los que pensamos, el coche autónomo estará en la carretera. No será un desembarco masivo y de golpe, ya que estos sistemas capaces de tomar el control del coche en movimiento ya se están introduciendo poco a poco en nuestra vida.
A esto debemos añadir el de los motores eléctricos. Dos sectores que de la mano llegarán para revolucionar la forma en la que nos movemos, pero también para poner patas arriba algunos sectores, como el de los profesionales del transporte, taxi, pero también el de las aseguradoras y los concesionarios.
En 2020 seremos testigos de la llegada de la conducción autónoma total. Atrás quedarán los sistemas de autopilotaje como el de Tesla o Mercedes, que han supuesto una revolución al permitir acceder a un piloto automático en determinadas situaciones. Pero la conducción autónoma tendrá implicaciones mucho más profundas, sobre todo combinadas con los motores eléctricos.
El taxi
El taxi será uno de los principales perjudicados. Los sistemas tradicionales tenderán a la desaparición. En su lugar veremos como grandes start-up tomarán el control con vehículos sin conductor, que además se moverán con electricidad. Esto permitirá aplicar unos costes similares a los del metro, pero aplicado al transporte personal. A esto se añadirán elementos tan atractivos ya disponibles en algunas plataformas, donde el cliente podrá reservar el trayecto con su móvil, y desde donde sabrá con antelación el coste del viaje e incluso podrá pagarlo. No habrá sorpresas.
Unos coches que salvo limitación de las autoridades, podrán circular prácticamente las 24 horas del día y los 365 días del año. No necesitarán periodos de descanso.
Las aseguradoras
Con los coches autónomos reducirán los accidentes se reducirán de forma drástica. Unos accidentes que según las estadísticas están protagonizados en su abrumadora mayoría por errores humanos. Algo que tendrá su impacto en una menor dependencia de las aseguradoras y que debería tener como resultado unas primas cada vez más económicas, y un volumen de negocio cada vez menor en este sector.
Esto obligará a estas empresas a evolucionar hacía otros objetivos, como asegurar los sistemas y el software encargado de mover el coche en lugar de a los conductores. Esto supondrá que de forma paulatina, la misma que tendrá la entrada de la conducción autónoma, la desaparición de los seguros tradicionales.
Los talleres y los concesionarios
Las mecánicas menos complejas del coche eléctrico provocará un cambio también en el modelo de revisiones. En lugar de cientos o miles de talleres y concesiones, pasaremos a ver talleres donde se concentren un elevado volumen de vehículos. Esto supondrá la desaparición de los pequeños talleres, incapaces de competir a nivel económico y tecnológico con estos centros.
Los concesionarios también tendrán su ración de evolución. Estos pasarán a ser simples dispensadores de coches, siendo la compra totalmente online. Como hemos dicho las reparaciones y mantenimiento dado su bajo volumen muy posiblemente se realizarán en un mismo lugar para todas las marcas, y el cliente sólo se acercará a la concesión para probar el coche, o recogerlo una vez adquirido.
La pregunta es el cuando. Como decimos no será un cambio drástico. El impacto será progresivo según evolucione la tecnología, y sobe todo evolucionen las regulaciones estatales, y la confianza del consumidor.
Pero no tenemos que mirar décadas en el futuro para ver los primeros impactos de esta nueva era del coche autónomo, y eléctrico. Muy posiblemente a partir del 2020 los primeros modelos comerciales de las grandes marcas estén ya disponibles, y apenas cinco años después será un elemento tan habitual como el control de estabilidad, el ABS o el airbag.
Relacionadas | La conducción autónoma podría tener mucha más importancia para Tesla de lo que nos imaginamos | ¿Es la conducción autónoma de Google el futuro del transporte?