Alta Motors es una pequeña compañía radicada en California, que sueña con seguir los pasos de Tesla, pero en el sector de las motos eléctricas.
Desde 2007 este grupo de entusiastas trabaja en el desarrollo de una pequeña familia de motos capaces de ofrecer las mismas o mejores prestaciones dinámicas de un modelo de combustión, pero sin apenas ruido, sin emisiones, y con un coste operativo mucho más bajo.
La referencia a Tesla no es casual. Para el fundador y director ejecutivo de Alta Motors, Mark Fenigstein, Tesla ha sido un elemento clave para el despegue de otros sectores relacionados con los motores eléctricos. Gracias a su ambiciosa propuesta, han pavimentado el camino de cara a la aceptación por parte del público de estos sistemas alternativos.
Un interés que ha permitido una aceleración en la evolución de la tecnología relacionada, motores, controladores, baterías, que permitirá a nichos como las motos eléctricas dar un salto adelante importante en los próximos meses.
Los paralelismos con la estrategia de Tesla no terminan aquí. Al igual que el fabricante comandado por Elon Musk, Alta Motors también ha comenzado su andadura con un modelo de demostración destinado a mostrar las prestaciones. Una propuesta que será seguida por un modelo más atractivo a nivel visual, tal como en su momento hizo Tesla con el Roadster, y luego el Model S.
También sigue el ejemplo de Tesla en optar por una fábrica propia, una forma de proteger de miradas indiscretas algunos de sus desarrollos, así como su localización. Esta también estará situada en California. Una localización que explica por estar lo más cerca posible del centro de I+D, además de contar con una red de suministradores cada vez más potente.
La batería es la clave
¿Y qué diferencia a Alta de otros fabricantes, como Zero o Brammo?. La respuesta de su fundador es la batería. Según este, su diseño está cinco años por delante de la competencia en la relación autonomía/peso. Traducido, esto quiere decir que en menor espacio son capaces de almacenar más cantidad de energía, y por lo tanto lograr mayores autonomías.
Curiosamente los actuales prototipos no cuentan con una autonomía digamos, generosa. apenas 80 kilómetros con cada carga. Algo que explican desde Alta se debe a que son modelos pensados para demostrar prestaciones dinámicas, y no de autonomía.
Estos desarrollos presuntamente tan avanzados se extienden al motor. Según Mark Fenigstein, se trata de un motor eléctrico con la mitad de tamaño de un modelo de similares características. Un motor de 40 CV.
Las similitudes con Tesla incluso llegan a sus inversores. Dos nombres muy reconocibles forman parte del grupo inicial que ha permitido poner en marcha Alta Motors. Martin Eberhard y Mark Tarppening han ido incrementando poco a poco su relación con Alta, pasando de consejeros externos, hasta llegar a poner su dinero en la empresa y formar parte de su accionariado.
Veremos si esta carrera paralela logra culminar este próximo otoño, cuando comiencen las ventas de forma oficial de Alta Motors de la mano de la Redshift. Un modelo que estará disponible en configuración de campo o de carretera, que llega con un motor de 40 CV, un par motor de 46 Nm, una batería de 5.8 kWh, suficiente para unas dos horas de uso, y todo con un peso de apenas 116 kilos.
Un configuración para pasar un rato divertido, sin humos y sin molestar a los vecinos. ¿El precio? Como siempre muy alto. en este caso 15.000 dólares.
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Vía | Techinsider
