El Washington Post se ha hecho eco de una noticia que involucra a dos mundos totalmente diferentes, pero condenados a entenderse. Las estaciones de servicio, o gasolineras, y los puntos de recarga para coches eléctricos.
En este caso se habla de las negociaciones que Tesla está llevando a cabo con la red de gasolineras norteamericana Sheetz, para la instalación de cargadores rápidos en sus instalaciones.
De momento no hay muchos detalles de este posible acuerdo, que permitiría seguir incrementando la disponibilidad de lugares donde recargar las baterías de un Tesla.
La gran pregunta es que tipo de cargadores usarán. Aunque en un primer momento podríamos pensar en los conocidos como «destination chargers» las declaraciones de un portavoz de Tesla indica que se trata de una red que permitirá desplazamientos largos. Una clara alusión a los supercargadores.
Y es que una gasolinera no es precisamente un lugar de destino, como puede ser un hotel, o un centro comercial. Es una zona de paso, lo que hace necesario la instalación de cargadores lo más rápidos posible.
Como recordamos, Tesla trabaja en incrementar la potencia de los supercargadores, que permitan rebajar los entre 30 minutos y una hora que necesita un Model S o X para recargar sus baterías. Mediante cables refrigerados, será posible ofrecer potencia cada vez más elevadas, y por lo tanto, recargas cada vez más rápidas. Sin duda, la clave para lograr que estas infraestructura tengan aceptación en las gasolineras.
Queda también por saber la cuestión económica. Se trata de infraestructuras costosas, sobre todo a nivel de costes de mantenimiento por la elevada potencia necesaria. Algo a lo que se suma el margen de beneficio que buscará la propia estación de servicio.
Pero de lo que no hay duda, es que Tesla quiere que la recarga no sea un problema para sus clientes, ya sea mediante una red de supercargadores que doblará su extensión en el próximo año, como con los destination chargers, así como con cargadores situados en las gasolineras.
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Vía | Electrek
