Tesla no desactivará el Autopilot. Se centrará en educar a los clientes, y mejorar las capacidades del sistema

En las últimas semanas hemos visto un torrente de noticias que han puesto en la picota el sistema autopilot de Tesla. La muerte del primer usuario, así como otros dos accidentes posteriores sin daños personales de consideración, han supuesto un enorme terremoto mediático para el fabricante norteamericano.

La guinda la ha puesto la petición de la prestigiosa asociación de consumidores de los Estados Unidos, Consumer Reports, pidiendo a Tesla que desactivara el sistema. Pero en lugar de hacerlo, el propio Elon Musk ha confirmado que trabajan en otras dos vías para intentar mejorar incluso más la seguridad de sus clientes.

La primera es tal vez el único motivo que existe de crítica a Tesla. La falta de información y claridad sobre que es autopilot. Aunque desde el fabricante nunca se ha animado a hacer locuras, y que el sistema está muy por delante de los de la competencia, tal vez si ha faltado algo de contundencia desde el inicio para cortar los malos usos y las malas costumbres de algunos usuarios.

Y es que en un primer momento a pesar de ser un sistema en fase «beta» los usuarios podían incluso abandonar el asiento del conductor y pasarse al del acompañante o el asiento trasero. Algo que ha dado la sensación de tratarse de un sistema autónomo más que una asistencia a la conducción, y que ha sido solucionado posteriormente. También podían circular a velocidades por encima de las marcadas en las carreteras, algo que también ha sido modificado a posteriori.

Ahora Tesla prepara un artículo donde esperan lograr explicar de una forma más clara que es autopilot. Que se puede y que no se debe hacer.

La otra mejora vendrá de la mano de una actualización. La versión 8.0 del sistema de Tesla llegará con una evolución del sistema que gestiona los sensores del autopilot. El propio Elon Musk ha afirmado que los avances serán moderados o puede que grandes. Y todo sin necesidad de actualizar físicamente los sensores de los coches.

Estos avances pueden dar como resultado un radar más sensible, que permita una mejor lectura de la carretera y que logre crear una «nube de puntos más gruesa» que pueda trabajar mejor en situaciones como la del accidente que le costó la vida al primer usuario del autopilot, un remolque que se confundía con el cielo, pero al mismo tiempo logre buen rendimiento en situaciones de niebla densa, lluvia intensa…

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