Opinión. Si no reaccionamos, Europa se quedará atrás en materia de movilidad eléctrica
Europa se está quedando atrás en materia de movilidad eléctrica. Y no hablo de la integración de los coches eléctricos en la sociedad, donde muchos países (veáse Noruega y Holanda) están haciendo un gran trabajo. Hablo del aspecto tecnológico, donde la industria Europea se está quedando atrás, ampliamente superada por los asiáticos y estadounidenses.
Europa ha visto históricamente su industria automovilística protegida de alguna forma por los coches diésel. Unos coches que no han triunfado lejos del viejo continente, pero que han tenido un claro dominio en un mercado como el Europeo, gracias a unas políticas favorables a este combustible. Sin ir más lejos, en España el combustible diésel tiene una menor carga de impuestos que la gasolina.
Ahora que «nos hemos dado cuenta» de lo nocivo que es el diésel, poco a poco se está reduciendo su protagonismo en nuestro mercado: por un lado, porque la gente de ha dado cuenta de que no merece la pena sino es para grandes kilometrajes, y por el otro, porque están apareciendo alternativas mucho mejores.
La llegada de los coches eléctricos no hay quien la pare. Y en esa llegada, los fabricantes europeos se están quedando atrás. La primera razón es sencilla: la producción de baterías. El desarrollo de un coche eléctrico no es tan complicado como uno de combustión. Muchas empresas con el suficiente potencial tecnológico son capaces de desarrollar un coche eléctrico. Algo impensable con los motores de combustión, que requieren cientos de millones de euros de inversión y desarrollo. Algo gracias a la cual los grandes grupos automovilísticos mantienen una especie de oligopolio. Es prácticamente imposible que un nuevo fabricante pueda aparecer y competir contra ellos.
Simplificándolo mucho, los coches eléctricos son poco más que un motor eléctrico, un inversor y unas baterías. La tecnología está muy desarrollada en motores eléctricos e inversores, mientras que las baterías aún tienen mucho que mejorar.
Y aquí es donde Europa se está quedando atrás. Ningún gran fabricante de baterías es Europeo. Los dominadores del mercado como LG, Samsung, Panasonic, BYD… son todos de origen asiático. Por si fuera poco, al dominio coreano y japonés se le suma ahora China, con BYD a la cabeza. Un país que está viendo como las ventas de coches eléctricos crecen día a día, impulsadas por la necesidad de reducir la contaminación en las grandes ciudades. Por no hablar de las nuevas empresas respaldadas por capital chino como Atieva, NextEV, Youxia e incluso Faraday Future.
El caso es que en toda esta historia del coche eléctrico Europa se queda bastante atrás a nivel tecnológico. Quizá en el futuro siga siendo un buen lugar para la fabricación de coches, pero la inversión en nueva tecnología e investigaciones parece que podría ir a parar a otros lugares. Los fabricantes extracomunitarios se están adelantando.
En Europa sabemos de motores de combustión, pero todavía tenemos mucho que aprender en tecnología para coches eléctricos.
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