La clave del ascenso del coche eléctrico en China. Modelos baratos para todos los públicos
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Publicado: 12/02/2017 09:00
El pasado año en China se han vendido más coches eléctricos que en el resto del mundo sumando las cifras de todos los mercados. Incluyendo comerciales y los cada vez más populares autobuses, los chinos han matriculado más de 500.000 eléctricos en 2016. Pero a diferencia de Europa, Japón o Estados Unidos, las ventas no están protagonizadas por modelos de más de 30.000 euros. Los protagonistas son los coches eléctricos baratos.
Son propuestas sencillas desde el plano estético, de materiales, y también de prestaciones, lo normal son unos 100 kilómetros de autonomía, a lo que se suman las fuertes ayudas públicas. Esto da como resultado precios por debajo de los 10.000 euros, incluso unidades como el popular Chery eQ que está disponible por 8.200 euros al cambio.
Pero estos bajos precios podrían tener su lado oscuro. Según varias fuentes, la competencia entre los fabricantes chinos está siendo muy dura. La clave para ganar contratos y ventas son precisamente los bajos precios, reduciendo calidades y controles de calidad. Un representante de los fabricantes que prefiere permanecer en el anonimato ha declarado a Reuters, «El precio más bajo gana los contratos. Y cuando has ganado, vienen pidiendo otra rebaja en el precio. Es por eso que no se tienen en cuenta aspectos como la seguridad como si se hace en Estados Unidos o Europa.»
Y es que la otra alternativa son desembolsar los 40.000 euros al cambio, después de ayudas, que cuesta un modelo más lujoso y con más autonomía como es el Denza. Un modelo fruto de la alianza entre Daimler y BYD. En caso de querer optar por un Tesla, los precios parten desde los 80.000 euros al cambio. Cifras muy lejanas de los modelos básicos que son los que están tirando del carro de las ventas en China.
Pero no sólo los bajos precios están detrás del fulgurante ascenso del coche eléctrico en China. Media docena de grandes ciudades del gigante asiático han impuesto limitaciones a la matriculación de coches. Una medida drástica motivada por los elevados niveles de contaminación provocados por el transporte. Una limitación que de momento no afecta a los modelos eléctricos.
Pero la fiesta de las ayudas para los coches eléctricos tiene una fecha de caducidad. Este año los incentivos ya han sufrido un recorte, a pesar de lo cual siguen siendo extremadamente generosas. Pero cada ejercicio vivirán un descenso, hasta llegar a 2020 cuando el gobierno espera que la industria haya logrado una velocidad de crucero lo suficientemente robusta como para poder trabajar sin ayudas públicas.
Y esa es la esperanza de los muchos fabricantes que han nacido al calor del impulso del dinero público, y de aquellos que han incrementado su inversión en este sector. Una dinámica que además esperan les permita expandir sus ventas fuera de China.
Además de aquellos fabricantes ya afincados en Estados Unidos, como Faraday Future o Lucid Motors, otros como GAC Motor, parte del grupo Guangzhou Automobile, han presentado su primera propuesta internacional en el Salón de Detroit, y preparan su desembarco en Estados Unidos para 2019.
Queda por ver si aplican la receta de coches eléctricos baratos también en occidente, o los fabricantes chinos adaptan su propuesta con vehículos de mayor calidad y precios más elevados. Dos tipos de clientes muy diferentes en un mercado limitado precisamente por el elevado coste de los vehículos y donde China tiene una oportunidad de convertirse en una potencia a nivel mundial.
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Vía | Reuters