Para Elon Musk, aunque se pueda lograr la conducción autónoma con la actual tecnología, será necesaria una mejora de hardware

Las presentaciones de resultados de Tesla suelen dar mucho de si, más allá de los propios números. Las comparecencias de los responsables del fabricante norteamericano nos traen interesantes informaciones sobre el futuro camino que tomarán los de Palo Alto.

En la última comparecencia Elon Musk ha tenido unas palabras en relación a uno de sus productos estrella. Autopilot, y su capacidad de evolución hacía una forma de conducción totalmente autónoma. Algo que forma parte de la oferta comercial, pero que todavía no pasa de una aplicación publicitaria.

Según Musk, con la actual tecnología sería posible llegar a un nivel de conducción autónoma plena. Un sistema recordamos formado por 8 cámaras que otorgan a los modelos dotados con este sistema de una visión de 360 grados, y hasta 250 metros de distancia. Además cuenta con 1 radar y 12 sensores. Una combinación que podría lograr llegar con la evolución a la conducción autónoma hasta un nivel similar al de un ser humano.

Entonces ¿por qué podría no llegar a producirse?. Para el propio Elon Musk el problema podría radicar en la legislación. Unas normas de los diferentes estados que podrían llegar a obligar al sistema a contar con un importante margen de redundancia.

Un margen que supondría mejorar en un 50% o un 100% las capacidades de un humano, y que abriría las puertas para su aplicación general en las vías públicas. Algo que supondría tener que actualizar la actual tecnología con sistemas todavía más potentes, capaces de ofrecer ese posible margen de seguridad.

El propio Musk ha indicado en breve realizarán un cambio en el hardware de Autopilot, que les permitirá contar con más potencia y más capacidad, principalmente en lo relacionado con el ordenador de abordo. Una forma de adelantarse a los requisitos que podrían poner en marcha las diferentes administraciones públicas.

Desde Tesla se ha querido además cortar cualquier especulación que pudiese aparecer por estos posibles, cambios, indicando que si para alcanzar la conducción autónoma plena fuese necesario un cambio en el procesador del vehículo, los clientes que han pagado por esta opción tendrían acceso a una actualización gratuita.

De momento esto todo son posibilidades, y Tesla seguirá centrada en la evolución del software antes de tener que afrontar cualquier novedad en el hardware. Una alternativa más costosa que se quedará como una alternativa o un plan B por si los legisladores se ponen imaginativos a la hora de redactar las normas para los coches autónomos.

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Vía | Electrek