Hacienda va a encarecer (aún) más la gasolina. ¿Cuánto tiempo tarda en ser rentable un coche eléctrico en esta situación?
4 min. lectura
Publicado: 26/04/2018 15:23
Tras la aprobación de los Presupuestos, Hacienda va a llevar a cabo una remodelación de los impuestos a los combustibles. Así, el impuesto autonómico a la gasolina desaparecerá, mientras que se aumentará el impuesto especial estatal de 2,4 a 7,2 céntimos el litro. Esto supondrá pues un aumento en el precio del carburante en la mayoría de comunidades autónomas, mientras que las pocas en las que no suba se mantendrán los precios como hasta ahora.
Así, en Andalucía, Castilla-La Mancha, Cataluña, Valencia, Galicia, Baleares y Murcia no subirán los precios, mientras que en Cantabria, Castilla y León, La Rioja, Navarra y País Vasco el precio del litro aumentará en 4,8 céntimos. En Madrid el aumento será de 3,1 céntimos, mientras que en Aragón será de 2,4 céntimos, en Extremadura de 1 céntimo, y en Asturias de 0,8 céntimos.
Actualmente, el precio medio de la gasolina 95 es de 1,30 euros el litro. En el peor de los casos, la subida de impuestos haría que el precio subiera a 1,348 euros. Por lo tanto, llenar el depósito de combustible de un coche estándar (por ejemplo, un Renault Clio 1.2 TCe de 120 cv, con 45 litros) pasaría de costar 58,5 euros a 60,66 euros: un aumento de 2,16 litros por depósito.
De media, los españoles recorren unos 12.000 kilómetros anualmente. En condiciones reales, el Clio 1.2 TCe consume unos 6,9 litros a los 100 kilómetros (datos de Spritmonitor), por lo que anualmente se consumirían unos 828 litros. Antes de la subida de impuestos esto se traduciría en unos 1.076,4 euros en combustible anuales, que se convierten en 1.116,1 euros tras ella.
Un Renault ZOE R110 (con 110 cv es el modelo más similar al Clio 1.2 TCe) por su parte consume una media de 16,7 kWh a los 100 kilómetros, lo que se traduce en 2.004 kWh anuales. Con una tarifa eléctrica con discriminación horaria, cargar el coche por la noche nos costaría unos 0,07 céntimos el kWh, por lo que gastaríamos en electricidad unos 140,28 euros anuales. Una diferencia más que considerable respecto al modelo de gasolina. A eso debemos añadir un ahorro en mantenimiento estimado en 5.000 euros a los 10 años de uso (unos 8.000 euros para el de combustión y unos 3.000 euros para el eléctrico), pues un coche eléctrico no tiene correas, filtros, aceite, turbo, y demás componentes de desgaste.
Partiendo de que el Clio podría costar con un equipamiento similar al ZOE unos 15.500 euros, mientras que el ZOE con batería en propiedad unos 27.500 euros (no incluimos las ayudas porque a día de hoy son inexistentes), tenemos que al cabo de una década de uso el coste estimado del Clio sería de 34.264 euros antes de la subida de impuestos y de 34.666 euros tras ella, mientras que el ZOE se quedaría en 31.902 euros.
Por lo tanto, a pesar de la subida de impuestos, el panorama no cambia demasiado para el coche eléctrico: el ahorro de combustible al cabo de 10 años de uso será de 9.750 euros, frente a los 9.360 euros originales. En todos los casos, sale ganando el coche eléctrico, que cuando vea reducido su precio (gracias a las subvenciones o a la disminución de precios por parte de los fabricantes) se convertirá en la opción más rentable a corto, medio y largo plazo (a día de hoy sólo lo es a medio y largo plazo, aumentando la rentabilidad cuantos más kilómetros se realicen).