Faraday Future logra ensamblar su primer modelo de pre-producción, con las primeras entregas a finales de este año

Después de un tiempo de oscuridad, por culpa de los problemas financieros y de organización, Faraday Future ha logrado entrar en el carril de salida y encara con optimismo la fase más importante de su corta historia. Según su director ejecutivo, esta semana los ingenieros de Faraday han logrado ensamblar el primer modelo de pre-producción del FF91. Un momento clave para la joven marca.

Este paso es crucial ya que supone que todos los procesos de producción y validación funcionan correctamente, lo que abre las puertas a dar el siguiente paso, que no es otro que poner en marcha la línea de producción de su fábrica de Handford, California. Una instalación que según los planes de Faraday, debería comenzar a producir vehículos en serie a lo largo del mes de diciembre.

De esa forma después de muchos problemas, que han puesto en el hilo de la bancarrota a esta startup que se ha propuesto seguir los pasos de Tesla y fabricar desde el principio sólo coches eléctricos, parece que todo marcha de nuevo como estaba previsto, y antes de terminar el año veremos como los primeros FF91 salen de la línea de producción.

Todo esto después de una montaña rusa de emociones, donde hemos visto a la empresa salir a los medios como un tsunami, anunciando incluso la puesta en marcha de una moderna y costosa fábrica, para luego quedarse sin dinero, y tener que ser rescatada in extremis por el grupo chino Evergrande, cuya inversión de 2.000 millones de dólares ha permitido retomar las actividades.

El objetivo ahora es poner en la calle un modelo que sin duda no dejará a nadie indiferente. El FF91 es un todocamino que no ha tenido contemplaciones a la hora de diseñar su aspecto exterior, pero tampoco su sistema de propulsión. Cuenta con 783 kW (1.068 CV) de potencia, que le disparan hasta las 60 millas por hora en 2.39 segundos. Todo con una batería de 130 kWh de capacidad, formada por celdas LG, suficiente para proporcionar una autonomía de 608 kilómetros con cada carga bajo una estimación del ciclo EPA.

Completa la amplia oferta un sistema de conducción autónoma que incorpora elementos como el detector LiDAR que además de permitir una conducción sin ayuda del conductor, también nos permitirá mandar el coche a aparcarse por su cuenta. La dotación es impresionante, con hasta 10 cámaras de alta resolución, 12 sensores, y el mencionado detector LiDAR retráctil.

Un modelo que ha nacido como producto de muestra del potencial, y destinado a llamar la atención sobre la marca. Un SUV de altos vuelos que tendrá un precio también al alcance de unos pocos bolsillos, ya que se estima que saldrá por una cifra que se situará entre los 200.000 y los 300.000 dólares. Algo que le coloca en una liga superior a los actuales protagonistas del mercado, los Tesla Model X o Jaguar i-Pace.

El objetivo de Faraday es usar este proyecto como plataforma para lanzar nuevas propuestas más terrenales, e incluso ya ha mostrado los primeros renders de la que será su segundo modelo, el FF81. Un todocamino más pequeño, y que contará con un precio bastante más compacto que el actual que debería llegar al mercado en 2020 o 2021.

Relacionadas | Faraday Future dotará al coche eléctrico de tecnología Blockchain