El presidente del Senado de Medio Ambiente y Obras Públicas, John Barrasso (Partido Republicano), ha introducido un proyecto de ley que modifica la legislación actual con el objetivo de poner fin al crédito fiscal de 7.500 dólares del que gozan a día de hoy los vehículos eléctricos. El proyecto de ley ha sido remitido al Comité Senatorial de Finanzas.
Teniendo en cuenta que el Senado tiene una mayoría republicana, es altamente probable que este proyecto de ley salga adelante, lo que supondría un duro golpe a las ventas de coches eléctricos en el país, pues a partir de entonces sólo contarían con las ayudas de los diferentes estados (como California). Esto podría llevar a una caída en la demanda que afectaría a fabricantes como Tesla, Nissan o General Motors, entre otros.
Esta medida podría ser muy contraproducente para la industria estadounidense, pues actualmente está demostrado que las ventas de coches eléctricos están estrechamente ligadas a las subvenciones. Los ejemplos más claros los tenemos en Noruega y China, dos de los mercados más importantes para los coches eléctricos a nivel mundial.
Si unimos esto a la aprobación de elevados aranceles para los coches extranjeros y unas normativas anticontaminantes más laxas, tenemos como resultado que si bien la industria automovilística estadounidense a corto plazo se verá menos presionada para evolucionar, a medio y largo plazo se verá tecnológicamente superada por Europa y China, donde los esfuerzos por reducir las emisiones contaminantes y por fomentar el transporte alternativo tendrán como resultado unas industrias tecnológicamente punteras y fuertes.
Es probable que las ventas de coches como el Tesla Model 3 no se vean demasiado afectadas por la desaparición del crédito fiscal, pues es un producto premium de elevado precio. Sin embargo, otros coches de carácter más económico, como el Nissan LEAF o el Chevrolet Bolt, sí que podrían verse afectados de forma muy negativa. También podría suponer que algunos fabricantes retrasen el lanzamiento de sus nuevos coches eléctricos.
Por el momento, habrá que esperar a que el Senado rechace o apruebe este proyecto de ley. En caso de que salga adelante, habrá que estar atentos a la evolución de las ventas de coches eléctricos de Estados Unidos. Países como Dinamarca ya sentaron precedente en su momento, pues al retirar las ayudas estatales, pasó de ser uno de los mercados líderes en coches eléctricos a tener una cuota muy minoritaria. ¿Pasará lo mismo en Estados Unidos?
Fuente | Green Car Congress
