El director general de Nissan Iberia, Marco Toro, ha pedido en una reciente entrevista una reducción del IVA de los coches eléctricos a un 10%, una medida que tendría como objetivo impulsar las ventas de los vehículos a baterías de forma constante y no estacionaria, como ocurre con las subvenciones y los planes de ayudas, cuyos fondos tienden a acabarse de forma rápida.
Esta es una reclamación que lleva ya un tiempo manteniendo la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC), pues permitiría hacer más atractivos a los coches eléctricos de cara al consumidor y se potenciarían sus ventas sin depender de las decisiones individuales de las diferentes Comunidades Autónomas, que en la práctica están siendo quienes gestionan el presupuesto de los planes de ayudas a la movilidad eléctrica.
Actualmente Nissan es junto con su aliada Renault la marca que más coches eléctricos vende en nuestro país, algo debido tanto al éxito del compacto LEAF, que recibirá una variante e+ de 62 kWh este verano con la cual probablemente sus ventas aumenten de forma exponencial, como de la furgoneta e-NV200, uno de los vehículos comerciales eléctricos más populares de Europa.
El Nissan LEAF lleva más de 400.000 unidades vendidas desde su lanzamiento al mercado en 2010, lo que lo convierte en el coche eléctrico más vendido de la historia. Por el momento la tendencia del modelo es muy positiva en el viejo continente, si bien en otros mercados como el estadounidense sus ventas se están viendo afectadas por el éxito del Tesla Model 3.
El mejor ejemplo de la eficacia de la medida propuesta por Nissan Iberia al Gobierno lo encontramos en Noruega, el país en el que mayor cuota de mercado han conseguido los coches eléctricos de todo el mundo. Allí, este tipo de vehículos está exento de impuestos, lo que permite que su precio sea mucho más competitivo frente a sus equivalentes térmicos (debido al alto precio de las baterías y a la todavía baja producción, los coches eléctricos son más caros que los de combustión, situación que debería revertirse a lo largo de la primera mitad de la década que viene).
Aplicar esta medida supondría una rebaja importante en el precio de los coches eléctricos vendidos en nuestro país. Así, un Nissan LEAF Acenta de 40 kWh pasaría de costar 32.200 euros a 29.300 euros, una significativa reducción de casi 3.000 euros que sería incluso más acusada en el Nissan LEAF e+ N-Connecta de 62 kWh, que pasaría de costar 39.100 euros a 35.500 euros.
