La junta directiva de Renault se reunirá este mismo lunes para evaluar los planes de acercamiento con FCA (FIAT-Chrysler), que lleva un tiempo buscando un socio que le permita mejorar su competitividad (anteriormente se rumoreó que PSA Peugeot-Citroën también podría estar interesada en una alianza con el gigante italo-americano).
Así, ambos grupos estarían estudiando una unión progresiva que desembocaría en la fusión de ambas empresas, si bien por el momento ambas partes se encuentran evaluando las diferentes posibilidades. El gobierno francés, que es un importante accionista de Renault, se mantiene expectante ante la evolución de los acontecimientos, pues quiere vigilar las repercusiones que tendría para el empleo y la economía de Francia esta fusión.
Actualmente, Renault es la cabeza de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, el mayor grupo automovilístico del mundo por delante de Volkswagen, Toyota y General Motors, si bien por el momento Nissan rechaza una fusión completa con el fabricante francés. Muy probablemente, la unión con FCA permita a Renault ganar peso en la Alianza y presionar a Nissan para que se produzca la fusión total del grupo, pues tras la adquisición de Mitsubishi los japoneses han ganado autoridad en la Alianza.
La unión de Renault (Renault, Samsung, Alpine, Lada, Dacia), Nissan (Nissan, Infiniti, Datsun), Mitsubishi, FIAT (FIAT, Alfa Romeo, Lancia, Maserati, Ferrari) y Chrysler (Chrysler, Dodge, Jeep, RAM) configuraría el mayor grupo automotriz de la historia, con unas ventas de casi 16 millones de vehículos al año, muy por delante de Volkswagen (10,6 millones) y Toyota (10,9 millones).
La situación actual de FCA es delicada, pues necesita un aliado pronto para poder sobrevivir: no cuenta con coches eléctricos, sus diferentes gamas están desfasadas, necesitan reducir costes (algo que se conseguiría mediante sinergias), y sólo sobreviven gracias a las ventas de Jeep en Estados Unidos, mercado del que dependen por completo.
Este movimiento es similar al que están realizando otros fabricantes, pues las ingentes inversiones necesarias para desarrollar avances tecnológicos como la electrificación, la conducción autónoma y los vehículos conectados están obligando a reducir costes mediante alianzas con otras compañías. Así, además de numerosas sinergias, Renault aportaría su experiencia fabricando coches eléctricos, mientras que FCA su cuota de mercado en Norteamérica y su know-how en SUV y pick-ups, que son especialmente rentables.
Con todo, algunos internautas han criticado que en los últimos tiempos se estén creando grupos automovilísticos de semejante envergadura, lo que conllevará una pérdida en la diversidad de la oferta… la cual podría ser equilibrada por la llegada masiva de numerosas marcas de coches eléctricos procedentes de China.
Fuente | Ouest France
