Alemania está en un momento determinante del futuro de su principal industrial, la automovilística. El cambio de paradigma supondrá dejar paulatinamente los motores de combustión que han permitido forjar un imperio económico y tecnológico, que ahora corre el riesgo de derrumbarse si no se toman medidas eficientes. Y entre las muchas líneas en las que trabaja el gobierno germano, una de ellas ha llamado poderosamente la atención. El incremento de ayudas a la compra de coches eléctricos.
En la actualidad los interesados en hacerse con un eléctrico tienen a su disposición hasta 4.000 euros para los modelos por debajo de los 30.000 euros antes de impuestos. Una cifra que se queda en 1.000 euros para los de más de 30.000 euros. De estas cifras el estado debe abonar la mitad, y el fabricante la otra mitad.
Ahora el Ministro de Transporte de Alemania, Andreas Scheuer, ha presentado una propuesta el gobierno para aumentar de forma sustancial las cantidades para el periodo 2021-2022, incrementando hasta los 4.000 euros la cifra que pondría la administración en el caso de los modelos de menos de 30.000 euros, mientras que los situados por encima de esa cifra podrían acceder a 3.000 euros.
De esa forma en caso de que el fabricante se vea obligado también a duplicar su aportación, podríamos ver como el descuento para los coches eléctricos podrían colocarse entre los 6.000 y los 8.000 euros. Una cifra realmente considerable que ayudaría a mitigar la diferencia de costes respecto a los modelos con motor de combustión de similares características.
Con esto sobre la mesa, esto se traduciría en que nuevas propuestas de coste razonable, como el nuevo SEAT Mii eléctrico, podrían ver como sus 20.650 euros se ven recortados hasta cifras por debajo de los 15.000 euros, e incluso acercarse peligrosamente a los costes de arranque de las versiones gasolina más económicas del popular Ibiza, que empieza en los 14.900 euros.
Conocedores de que las empresas son uno de los sectores con mayor potencial a la hora de adoptar una tecnología que con ayudas sigue teniendo un coste por encima de la media, desde la administración se ha propuesto también reducir el impuesto de matriculación que deben pagar los profesionales a la hora de acceder a un nuevo vehículo, del 0.5% al 0.25%.
Con estas medidas desde la administración quieren que los alemanes apoyen la apuesta que están comenzando a hacer sus fabricantes, y que estos afronten las inversiones necesarias con la confianza de tener el histórico respaldo del primer mercado europeo del automóvil también cuando las ventas en gran volumen empiecen a ser eléctricas.
