El grupo Volkswagen quiere convertirse en el mayor fabricante mundial de coches eléctricos para el año 2025. Para ello, está realizando una importante apuesta en este sector de la mano de las nuevas plataformas modulares MEB y PPE, sobre las que se asentarán numerosos coches eléctricos de todas sus marcas, ya sean generalistas (Skoda, SEAT, Volkswagen), premium (Audi) o de lujo (Porsche, Lamborghini, Bentley, Bugatti).
Sin embargo, la parte baja de la oferta de coches eléctricos del grupo no estará formada por ningún modelo basado en las dos anteriores plataformas, sino en la vieja NFS de combustión convenientemente adaptada. Esta arquitectura fue desarrollada expresamente a principios de la década para los trillizos Volkswagen up!, SEAT Mii y Skoda CITIGO, los modelos del segmento A (urbanos) de la compañía.
Aunque en el año 2023 llegará la «MEB Entry Family», una gama de tres coches eléctricos asequibles basados en una versión acortada de la plataforma MEB, hasta su presentación su hueco en el mercado lo ocuparán las variantes eléctricas de los modelos anteriormente mencionados: los Volkswagen e-up!, SEAT Mii electric y Skoda CITIGOe iV.
Estos modelos se caracterizarán por contar con un motor de 82 cv (61 kW) de potencia y 210 Nm de par. Los tres contarán con una batería de 36,8 kWh que les dará una autonomía de 260 km WLTP (265 km WLTP en el caso del Skoda, debido a que tendrá llantas más pequeñas de serie). Dispondrán de carga a 7,2 kW de potencia en corriente alterna (cuatro horas para cargar al 80%), y de carga rápida en corriente continua opcional a 40 kW (60 minutos para cargar al 80%).
Los CITIGOe iV y Mii electric se venderán a un precio de menos de 20.000 euros antes de ayudas, mientras que el e-up! superará esta cifra por muy poco. Dicho de otra forma, los tres tendrán un coste real de menos de 15.000 euros tras las subvenciones de los gobiernos de los distintos países de la Unión Europea, una cifra muy competitiva incluso contra los modelos de combustión.
Teniendo en cuenta que hasta el año pasado el coche eléctrico más capaz que vendía Volkswagen era el e-Golf, que ofrecía 219 km WLTP de autonomía por unos 38.000 euros, la mejora es evidente. Gracias a su reducido precio, a sus bajos costes operativos y a una autonomía que será más que suficiente para el día a día del grueso de la población europea, es muy posible que los trillizos del grupo Volkswagen se conviertan en una pieza clave para la electrificación del viejo continente, pues serán muy apreciados por ejemplo por aquellas personas que vivan en entornos urbanos y busquen un coche pequeño y respetuoso con el medio ambiente.
