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Cuba intenta sortear su crisis energética de la mano de las motos eléctricas

Cuba lleva décadas arrastrando una fuerte dependencia energética externa. Primero con la Unión Soviética, y más tarde con Venezuela. El problema es que cualquier movimiento geoestratégico provoca directamente un impacto en la economía y la movilidad de la isla que se ve atenazada por la falta de importación de petróleo. Pero ahora una nueva alternativa está aprovechando las oportunidades que ofrecen las crisis, y donde las motos eléctricas se ha alzado como una poderosa alternativa.

El problema ha tenido inicio en las sanciones que Estados Unidos ha impuesto a la exportación de petróleo desde Venezuela el pasado mes de septiembre, que ha provocado un desplome en las exportaciones a lugares como Cuba. Una bajada que ha supuesto que la isla apenas logre hacerse con el 30% de lo necesario para cumplir con sus necesidades, lo que provoca graves problemas para moverse por la isla.

En medio de esta crisis energética las motos eléctricas se han convertido en una interesante alternativa. Desde el gobierno comunista se ha puesto en marcha un sistema de incentivos fiscales que hace que estos modelos, principalmente scooters chinos de bajo coste, tengan un precio mucho más competitivo que las motos gasolina.

De media un scooter eléctrico ronda entre los 1.800 y los 2.300 dólares por unidad. Unas seis veces menos que una moto gasolina a lo que hay que sumar de menor coste operativo. Algo que junto con la falta de carburantes ha provocado un fuerte crecimiento en sus ventas.

Desde el gobierno además se ha puesto en marcha medidas para favorecer las ventas, y de paso la movilidad de las personas. Para ello ofrecen incentivos extra a los propietarios que accedan a ayudar en la movilidad de la gente llevando a un pasajero en sus desplazamientos, principalmente durante las crisis en las que los usuarios se organizan para transportar a pasajeros que se quedan sin forma de volver a sus hogares o llegar a sus trabajos.

 

 

El resultado ha sido un cambio en algunas ciudades que está viendo como estos pequeños ciclomotores eléctricos están cambiando la forma de moverse de los cubanos. Un cambio en un país dependiente a nivel energético, pero también de los cambios políticos, que ha provocado que en la isla ya contabilicen 210.000 motos eléctricas registradas. Un número que crece de forma rápida y que desde la administración quieren acelerar con la importación de nuevos modelos más económicos que estarán disponibles por 1.700 dólares, y que permitirán a más cubanos dar el salto a la movilidad eléctrica.

Un país con un enorme potencial en cuanto a energías renovables, y que desarrolla poco a poco un sistema eléctrico que esperan que en 2024 contará con un 25% de producción con fuentes limpias. Un modelo de producción con renovables que los expertos estiman supondrá un 95% más económico respecto a la producción actual basada principalmente en los carburantes fósiles.

Vía | IBT

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