No hay nada como la competencia para lograr que los precios sean más competitivos. Algo que podemos ver en un mercado del coche eléctrico donde a la poca competencia entre marcas se suma la baja oferta en modelos y unidades. Dos factores que hacen que los precios estén bastante por encima de lo que deberían a estas alturas. Pero en algunos mercados esta competencia si está alcanzando niveles más elevados, lo que provoca una verdadera guerra de precios para no quedarse atrás.
Es el caso de Noruega. Un ejemplo que puede ser poco representativo por tamaño, pero que nos permite asomarnos a lo que sucederá en los próximos meses o años en el resto de mercados donde la oferta vivirá una verdadera explosión.
Allí modelos como el BMW i3 han visto como de la noche a la mañana sus precios se rebajaban sustancialmente. Concretamente la versión 120 Ah con el equipamiento más extenso, ha visto como su precio se recortaba en 10.300 euros, lo que deja un coste final de 37.000 euros al cambio. Algo que supone que la diferencia entre la versión de acceso y la más dotada sea de apenas 7.000 euros.
No solo el i3 ha visto como sus precios bajaban. El Volkswagen eGolf, uno de los modelos más populares en este mercado, ha recortado también sus cifras en 4.000 euros, estando disponible por la misma cifra que el i3 más económico, 29.650 euros al cambio.
También ha bajado un poco de las nubes el Opel Ampera-e, que todavía está a la venta en los mercados del centro y norte de Europa, y que hasta ahora contaba con un precio desorbitado de 39.560 euros al cambio. Un cifra que ahora se ha rebajado hasta los 36.300 euros. (Nota. Recordar que los precios en Noruega están exentos de impuestos).
Y por qué de estas reducciones de los precios. La respuesta es evidente. La competencia. Y es que en Noruega los clientes tienen a su disposición una amplia variedad de propuestas, entre las que destaca el Tesla Model 3. Un modelo que está disponible en este mercado por 39.479 euros al cambio en su versión Standard Range Plus.
A la vista de esto, parece claro que sería muy difícil vender un BMW i3 o un Opel Ampera-e por casi 8.000 euros más que el propio Tesla. Algo a lo que se suma la llegada de nuevas propuestas, como el Volkswagen ID.3, que en Noruega está disponible desde 33.617 euros al cambio. Un nuevo desafío para el BMW i3 que lo tendrá incluso más difícil en unos meses cuando verá la llegada de un ID que supone una competencia más directa en cuanto a tamaño, con bastante más autonomía, y 3.300 euros más económico. Y eso que hablamos del ID.3 First Edition, y no de la versión básica que llegará a finales de año con una batería de similares características a las del BMW, y un precio incluso más económico.
Un mercado que en los próximos meses vivirá una fuerte expansión con la llegada de propuestas como el nuevo Renault ZOE, el Peugeot e-208, el Opel Corsa Electric, Mini-SE, Honda e, a lo que debemos añadir la llegada de los primeros modelos chinos. Una oferta que se suma a la entrada en vigor de las nuevas normas sobre emisiones que debería empujar a las marcas a luchar por vender eléctricos, algo que acentuará la competencia y con ella deberíamos ver buenas ofertas.
