Hace ya siete años os hablábamos por primera vez de un desarrollo con un gran potencial que proponía unas baterías totalmente diferentes al resto. Un sistema desarrollado por la israelí Phinergy, que en lugar de baterías por iones de litio usaba un sistema de baterías que funciona con agua y aire, y que prometía autonomías por encima de los 1.600 kilómetros con cada depósito. Una de esas baterías milagro que todavía está en fase de desarrollo, pero que ahora ha recibido un importante respaldo económico con la inversión del gigante asiático India Oil.
Se trata de la mayor empresa petrolera comercial de la India, que ha confirmado de forma oficial su asociación con Phinergy, para desarrollar y producir sus innovadoras baterías de metal-aire.
Indian Oil ha realizado una inversión con la compra de una parte minoritaria en Phinergy, que se especializa en tecnologías de aluminio-aire (Al-air) y zinc-aire. A diferencia de las baterías convencionales de iones de litio que llevan el oxígeno dentro de un electrodo pesado, los sistemas metal-aire producen energía combinando el aluminio, el agua y el oxígeno del aire.
Desde la compañía indican que se trata de una solución que añadida a los nuevos coches eléctricos permitirá el desarrollo no sólo de coches eléctricos de amplia autonomía, sino también más económicos.
Indian Oil y Phinergy tienen previsto formar una empresa conjunta para colaborar en el desarrollo de un sistema de baterías de Al-Air, lo que incluye la investigación y el desarrollo, la personalización, la fabricación, el montaje y la venta y el servicio de los sistemas de energía. Las empresas también se proponen establecer una fábrica en la India para fabricar las baterías para vehículos eléctricos y otras aplicaciones estacionarias.
El presidente de India Oil, Sanjiv Singh ha indicado que: “Confiamos en que esta tecnología de baterías Al-air complementará las baterías de iones de litio para ofrecer una solución híbrida para la adopción a gran escala de vehículos eléctricos en el país. La tecnología de baterías Al-air tiene ventajas en una serie de factores como la autonomía, la densidad de energía, la seguridad de las operaciones, el ciclo de vida, etc.”.
Por su parte desde Phinergy se recibe esta inversión como un espaldarazo definitivo que permitirá terminar el proceso de I+D, y comenzar una fase comercial de una tecnología que indican ha levantado interés entre algunos de los principales grupos automovilísticos mundiales, con los que están en conversaciones para iniciar la fase de pruebas sobre el terreno.
Las baterías de metal-aire
Como recordamos, se trata de unas baterías que obtienen su energía a partir de la oxidación del metal. Estas baterías no son nada nuevo, se conocen desde Edison y han sido utilizadas por ejércitos en el pasado debido a su bajo peso y gran capacidad. El aluminio se oxida formando hidróxido de aluminio y generando la corriente. El agua es necesaria para la reacción:
Pero esta reacción no es reversible. El ánodo de aluminio se va disolviendo y formado depósitos de óxido. Phinergy dice haber mejorado el sistema con una membrana que maximiza la utilización del metal, consiguiendo hasta 32 kilómetros por cada placa de medio kilo. Con 50 placas, 25 kilos, podremos recorrer 1.600 kilómetros.
Hay estudios que otorgan a las baterías de aluminio-aire tiene una energía específica de 1.300 Wh/kg, unas 10 veces más que las de ion-litio, pero en este cálculo no se tiene en cuenta el peso del agua, lo cual se dice que rebaja la energía especifica a unos 470 Wh/kg en los usos que han recibido estas baterías en el pasado.
En el prototipo israelí el agua se recarga aproximadamente cada 300 kilómetros. A efectos prácticos ésta es la autonomía real de este coche, 300 kilómetros.
Aun así no está mal, solo paramos para recargar agua, que es barata, y tal vez con un deposito de agua podríamos aprovechar más la batería. Pero entonces llegaríamos a los 1.600 kilómetros y tendríamos que cambiar todas las placas de aluminio, o probablemente sería más práctico cambiar toda la batería. Solo el precio del aluminio sería unos 75 euros.
Otro problema puede ser el volumen necesario para una batería así una vez integrada en el coche. Como vemos en el vídeo la rudimentaria batería ocupa todo el maletero y aun carece de una estructura segura y un sistema de acondicionamiento.
Un sistema que parece estar mejor orientado en el caso de los vehículos a funcionar como un extensor de autonomía más que como el sistema de batería principal, y que permitirá eliminar los sistemas a gasolina e incluso plantear una alternativa más económica y eficiente a los que usarán pilas de combustible de hidrógeno.
Fuente | India Oil