
BYD y Xiaomi se consolidan como las nuevas referencias en China, mientras los europeos y Tesla pierden fuelle
BYD y Xiaomi se han convertido en las marcas favoritas del mercado eléctrico chino, superando a Tesla y dejando atrás a los fabricantes europeos. Un cambio de ciclo que redefine el liderazgo global en movilidad eléctrica.

El principal mercado automovilístico del mundo, China, está viviendo un cambio muy profundo. Marcas locales como BYD y Xiaomi no solo han logrado consolidarse, sino que ya superan a Tesla y los grupos europeos como las opciones favoritas entre los consumidores que se inclinan por unas alternativas con mayor innovación tecnología y que ganan a pasos agigantados valor de marca.
La encuesta publicada por el banco de inversiones UBS revela que este año, Tesla ha caído hasta el 14% como marca preferida entre los compradores de coches en China, una bajada significativa desde el 18% registrado el año anterior. Por el contrario, BYD y Xiaomi escalan posiciones, impulsadas por una oferta cada vez más competitiva y adaptada al mercado local. En palabras del informe: “Tesla ya no se percibe como líder tecnológico en China”.
Este cambio refleja una realidad que ya se percibe en las calles. Mientras Tesla apenas creció un 1,6% interanual en el primer trimestre de 2025 en el mercado chino, las marcas nacionales amplían su cuota de mercado y captan la atención de un público cada vez más exigente, que valora la conectividad, el software y la eficiencia de los productos locales.
Europa y Estados Unidos pierden tracción frente al avance chino

El fenómeno no es exclusivo de China. En mercados clave como Europa y Estados Unidos, Tesla también empieza a ceder terreno. En Estados Unidos, su cuota de mercado ha bajado hasta el 48% en 2024, frente al 55.1% el año anterior, y la falta de renovación en la gama de modelos empieza a pasar factura. En Europa, la implicación política de Elon Musk habría dañado la imagen de marca, según UBS, lo que ha provocado una caída en la preferencia de compra: del 20% al 15% en apenas un año.
Esto está provocando una caída de ventas, y como ejemplo, en su principal reinado, Noruega, Tesla ha visto como su posición dominante en 2024, con el 18.9% de las ventas de coches, ha pasado al 11.2% en los cuatro primeros meses de 2025, con un mes de abril, ya con el nuevo Model Y entregándose a todo ritmo, donde los norteamericanos se han hundido hasta el 8.6%.
Las marcas europeas tampoco salen bien paradas. En el ranking de intención de compra de China, fabricantes como Audi o BMW han superado a Tesla, pero el informe sugiere que incluso estas marcas están perdiendo empuje frente al avance de los fabricantes chinos, cada vez más competitivos también fuera de sus fronteras.

Xiaomi, en particular, está emergiendo como una de las sorpresas del sector. Su entrada en el mundo del automóvil ha sido reciente, pero su reputación tecnológica y su enfoque centrado en el usuario le han permitido escalar posiciones rápidamente y situarse como una opción seria frente a marcas históricas.
Las cifras son impresionantes, y a pesar de tener un único modelo, Xiaomi se ha colocado en la zona alta de ventas por marcas. Su berlina, el SU7, ha sido el cuarto coche más vendido de China en abril, con nada menos que 28.500 unidades, y lo más importante, una larga lista de espera que supera el año. Algo que nos avisa de que estamos viendo solo la punta de iceberg del potencial de Xiaomi que pelea en el apartado de coches de volumen con una berlina de cinco metros frente a coches de bajo coste, como el BYD Seagull o el Wuling HongGuang Mini.
El nuevo mapa del coche eléctrico ya no lo dominan los gigantes tradicionales. BYD y Xiaomi representan una nueva forma de entender la movilidad eléctrica: conectada, eficiente y cada vez más global. Y lo hacen en un momento en que muchos de sus competidores aún no han entendido que el liderazgo ya no se basa solo en el pasado, sino en la capacidad de adaptarse al futuro y a los gustos y necesidades de los clientes, todo con un precio justo sin márgenes exagerados para mantener bonus y privilegios de la directiva a corto plazo.