
Esta batería a ruedas y sin conductor puede solucionar los problemas de acceso a cargas ultrarrápidas. ¡Hasta 6 MW!
No es un invento chino, ni mucho menos. Una startup norteamericana, Dimaag, ha creado una innovadora batería que se puede mover por sí sola y que puede cargar vehículos eléctricos a una potencia de hasta 6 megavatios.

En un mundo en constante cambio y rápida transición hacia las soluciones de movilidad eléctrica, las innovaciones no dejan de sucederse. La gran mayoría se están produciendo en China, donde los fabricantes locales tienen el control casi absoluto de la producción de baterías y de las materias primas. Sin embargo, en Estados Unidos, también se vienen dando importantes innovaciones.
La última nos vuelve a llevar a Silicon Valley, donde una startup llamada Dimaag acaba de presentar un prometedor cargador de baterías móvil. Se ha dado a conocer en la feria Bauma 2025, en Alemania, cita líder mundial en el sector de la maquinaria y materiales de construcción y minería. Dimaag, creada por uno de los cofundadores de Tesla (Ian Wright), se califica como una empresa dedicada a las soluciones para «vehículos eléctricos todoterreno, carga y fabricación inteligente».
El MWCS (Megawatt Charging System) es, como puedes ver en las imágenes, una batería de gran capacidad, con ruedas pero sin volante. Se puede mover de forma remota con un control de joy stick a distancia, aunque la startup asegura que se puede acoplar a un sistema de conducción autónoma. La clave principal de esta batería es su capacidad para suministrar energía en corriente continua desde 1 MW, en las versiones más básicas, hasta los 6 MW: la potencia máxima es de 1.500 amperios con un máximo de 1.000 voltios.

Gracias a sus características técnicas, con motores eléctricos independientes en cada rueda, tracción 4×4, vectorización electrónica del par y dirección a las cuatro ruedas, se puede convertir en el perfecto aliado para dar servicio a los nuevos vehículos eléctricos destinados a la industria de maquinaria pesada, como la minería, la construcción y la defensa.
La batería tiene una capacidad total de 295 kWh y se puede conectar a múltiples vehículos eléctricos a la vez. Puede llegar a casi cualquier sitio, gracias a sus 35 km/h de velocidad punta y a su capacidad para afrontar rampas de hasta el 40%. Mide 3,70 metros de largo (casi como un Dacia Spring), pesa 5 toneladas y cada motor empuja con una fuerza de 2.180 Nm de par.
Sin duda, una solución que favorecerá la transición de las grandes empresas hacia vehículos eléctricos puros en un sector tan difícil de «limpiar», lo que favorecerá no solo una reducción de emisiones en sus operaciones, también una reducción de sus costes operativos en comparación con las máquinas diésel actuales. Y lo mejor de todo es que no es un prototipo, sino que el gigante de las maquinarias pesadas Komatsu ya confía en Dimaag para el futuro de sus operaciones.
«A pesar de los desafíos en el desarrollo del mercado de equipos eléctricos de construcción, principalmente debido a los costos de instalación y la necesidad de una infraestructura de suministro de energía adecuada, seguimos comprometidos a acelerar nuestros esfuerzos hacia el desarrollo del mercado a través de la colaboración con empresas como Dimaag», aseguran desde la compañía japonesa.