En la actualidad moverse con un coche eléctrico por España tiene sus dificultades, pero cada vez más fácil gracias a la expansión de las redes de recarga. Pero con el aumento del negocio también aparecen algunas irregularidades que suponen que un cliente pueda llegar a pagar hasta un 186% más en un mismo punto según el operador que seleccione para la carga.
Los usuarios no sólo deben enfrentarse a diferentes aplicaciones y portales dedicados a señalizar los puntos, desde donde además podrán iniciar la carga. Desde Iberdrola y EDP, que operan las redes, pero también aquellas terceras empresas que hacen de intermediario y que añaden su margen a la factura, ofreciendo como contraprestación el aglutinar una amplia variedad de operadores en la misma aplicación.
Algo que sobre el papel suena muy bien y que nos evitará tener que contar con decenas de tarjetas o aplicaciones. El problema es cuando queremos poner en funcionamiento estas aplicaciones en la vida real.
Por ejemplo, podemos tomar como referencia la estación de carga de Iberdrola en Vega de Valcarce, provincia de León, donde la eléctrica española ha puesto en marcha una estación de carga rápida y cuyas tarifas vemos en las imágenes inferiores.
Si queremos iniciar la sesión con la aplicación de Iberdrola, entonces el coste por la recarga en sus puntos de 50 kW será de 0.30 euros el kWh. Una tarifa bastante competitiva. Si optamos por la aplicación de Shell Recharge, el coste por la misma operación se dispara hasta los 0.75 euros el kWh. Un 150% más.
No es el caso más sangrante. En las estaciones de carga lenta podemos encontrar diferencias todavía mayores. Como ejemplo la estación situada en la pequeña localidad asturiana de Taramundi. Allí EDP tiene un punto de carga de 7 kW que a pesar de ser lento, su situación es muy estratégica y puede activarse con una app.
En caso de usar la app de la propia EDP, el coste es de 0.39 euros el kWh. Un coste bastante elevado. Pero lo absurdo llega cuando vemos que si activamos el mismo punto con la app de Iberdrola, el precio baja hasta los 0.15 euros el kWh, un 61% menos que con la app del propio operador.
Por su parte si usamos las aplicaciones de otras compañías vemos como Shell nos cobrará la misma tarifa que el propietario, 0.39 euros el kWh, mientras que Chargemap se dispara hasta los 0.43 euros el kWh. Un 186% más que con Iberdrola!!!!.
No es el único caso en el que la app de Chargemap nos ofrece unos precios totalmente absurdos. Por ejemplo en la estratégica estación de Iberdrola en Benavente, la eléctrica nos cobra los habituales 0.30 euros el kWh. Pero con la app francesa el coste se dispara hasta los 0.82 euros el kWh. Más caro incluso que la carga ultra rápida de IONITY.
La conclusión es que antes de realizar una recarga, deberíamos comparar los precios con los diferentes operadores, incluso con aquellos que no son los propietarios de la propia estación para ver si encontramos mejores precios.
Algo que como vemos, en algunos casos puede suponer pagar menos de la mitad del coste, lo que pone de relieve el caos con el que se está realizando el despliegue de la red de recarga en España.
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