
Te vas a quedar con las ganas de ver un coche eléctrico de esta mítica marca francesa
La llegada de Rimac a Bugatti hace unos años hacía presagiar que la mítica marca francesa, dedicada al desarrollo de vehículos de altas prestaciones, cedería ante la presión del vehículo 100% eléctrico. Su actual jefe ha frenado estas expectativas.

Bugatti es una de las marcas con más renombre en la industria automovilística europea. Sus primeros coches y hazañas deportivas se remontan a muy a principios del siglo pasado, pero quizás no obtuvo tanto renombre mediático hasta que en 1998 resurgió de sus cenizas integrándose en el Grupo Volkswagen. El ya mítico Veyron se convirtió en el coche más rápido del mundo en aquel momento, siguiéndole posteriormente el Chiron.
En 2021 cambió la cosa, ya que Bugatti entró en una nueva era, formando parte de una empresa conjunta con el fabricante croata Rimac: Bugatti Rimac actualmente es propiedad del Grupo Rimac, que posee el 55%, y de Porsche, filial del Grupo Volkswagen con el 45% restante. Mate Rimac, CEO de la marca balcánica, venía con un pasado marcado claramente por el Nevera, un hiperdeportivo eléctrico que sorprendió a todos por su precio (2 millones de euros como mínimo) y por sus prestaciones.
Como breve recordatorio, el Nevera utiliza cuatro motores eléctricos independientes, uno por rueda, sumando unos 1.900 CV de potencia y 2.360 Nm de par. ¿El resultado? De 0 a 100 km/h en 1,85 segundos, de 0 a 300 km/h en 9,3 segundos y con una velocidad punta de 412 km/h. Unos registros que, como te puedes imaginar, le permitieron reventar múltiples récords de aceleración y rendimiento. Con ese historial, todo hacía pensar que en su nueva etapa en Bugatti la marca francesa se rendiría a la tecnología eléctrica.

Y lo ha hecho, sí, pero no de la forma que muchos esperaban. El último Bugatti presentado, el Tourbillon, llegará a las carreteras en 2026 con una mecánica de altísimo rendimiento, pero recurriendo a la tecnología híbrida enchufable. Esto ya lo sabíamos, sí, principalmente porque el mercado de los eléctricos de altas prestaciones están teniendo una demanda y un interés muy por debajo del esperado. El propio Mate Rimac es plenamente consciente de ello, y por eso ha realizado unas declaraciones que marcan el camino futuro de Bugatti.
«Todos esperaban que Bugatti se volviera completamente eléctrico y digital bajo mi liderazgo, y obtuvieron justo lo contrario. No tenemos planes para un Bugatti totalmente eléctrico. Creo que esta combinación de un motor eléctrico muy potente y sofisticado con una autonomía decente y un motor de combustión muy emotivo es perfecta», recalcó Rimac al medio Business Times, que se basa también en el pálpito de sus clientes, que no quieren renunciar a ciertas características arraigadas a los deportivos de combustión.
Así que si eres de los que se espera que Bugatti ceda a la “presión” de la industria y se lance a crear un hiperdeportivo eléctrico, ya puedes ir aparcando tus ilusiones. El Tourbillon es la muestra del camino que la marca francesa quiere tomar, independientemente del pasado eléctrico de Rimac con el Nevera, que vendió 70 unidades en todo este tiempo. «Aun con la fuerza de la marca Bugatti y el diseño del Tourbillon, si fuera eléctrico, tendríamos dificultades para venderlo».

Y no le está yendo del todo mal a Bugatti con esta decisión. A pesar de que su coste es mucho mayor al del Nevera (de 3,8 millones de euros para arriba), toda su producción está completamente agotada (sus 250 unidades prometidas). El primer Bugatti electrificado tiene las existencias agotadas hasta 2029, logrando un año récord para la compañía este 2025, donde se superarán por primera vez el centenar de unidades producidas… «y estamos aumentando ligeramente la producción. No queremos que nuestros clientes esperen demasiado por sus vehículos», reconoció el CEO de la marca.
El Bugatti Tourbillon llega pisando fuerte: motor de gasolina V16 atmosférico de 8,3 litros, desarrollado junto a Cosworth; tres motores eléctricos (2+1), 1.800 CV combinados, transmisión de doble embrague y ocho velocidades, velocidad máxima de 445 km/h, de 0 a 100 km/h en 2 segundos y hasta 60 kilómetros de autonomía eléctrica gracias a su batería de 24,8 kWh. Está claro que la parte eléctrica viene, sobre todo, a sumar vértigo a sus prestaciones. Bienvenida sea.
Fuente | Business Time