Zero Labs presenta una plataforma para transformar todoterrenos clásicos en eléctricos

En los últimos tiempos, han sido muchas las compañías que se han aventurado a adentrarse en el mundo de las conversiones de coches clásicos en eléctricos: desde especialistas como Lunaz hasta grandes fabricantes como General Motors o el Grupo Volkswagen, cada vez son más las empresas que ven el enorme potencial de este incipiente mercado.

Ahora, la compañía especializada en conversiones Zero Labs acaba de presentar una plataforma eléctrica tipo skateboard especialmente diseñada para aquellos que buscan transformar coches clásicos en eléctricos. Por el momento, todo parece indicar que esta solución solo podrá implementarse en todoterrenos como los Toyota FJ, Land Rover Defender y similares.

Estos modelos tienen un chasis de largueros y travesaños independiente de la carrocería (la mayoría de vehículos tienen chasis monocasco; es decir, autoportante), lo que permite separar ambos… y reemplazar el chasis original por la nueva plataforma de Zero Labs. Dicho de otra forma, el proceso consistiría en instalar una carrocería clásica en un chasis electrificado moderno.

La plataforma cuenta con un motor eléctrico de 296 CV y 330 Nm instalado en el eje trasero; sin embargo, también se puede instalar un segundo propulsor en el eje delantero, lo que le brindaría al vehículo tracción total y una potencia de 592 CV. Si se opta por dicha opción, el automóvil puede conservar parte de sus capacidades off-road.

Entre otros equipamientos, la compañía ofrece frenos mejorados y suspensión neumática. Hay dos packs de baterías disponibles: uno de 85 kWh de capacidad y otro de 100 kWh. Con el primero la autonomía ronda los 320 km por carga, mientras que con el segundo llega a los 377 km, cifras bastante respetables si tenemos en cuenta el tipo de vehículo que estamos transformando.

Por el momento Zero Labs no ha dado precios para esta nueva plataforma. Sin embargo, a principios de año la compañía presentó un Ford Bronco clásico convertido en eléctrico cuyo precio rondaba los 200.000 dólares, por lo que es poco probable que las tarifas de esta arquitectura para todoterrenos clásicos sea asequible.

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