Europa también quiere fabricar baterías para coches eléctricos. La ofensiva empieza en Suecia y la clave es el bajo coste de la electricidad
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Publicado: 05/07/2020 09:00
Hasta ahora los fabricantes europeos de coches eléctricos han dejado en manos de sus socios asiáticos la cuestión de las baterías. No había mucho interés en el sector mientras los motores de combustión siguiesen dando grandes beneficios. Pero la situación ha cambiado primero con los diferentes escándalos de manipulación de las cifras de contaminación de los vehículos, luego la llegada de las nuevas normas sobre emisiones, y ahora la puntilla ha sido la crisis del coronavirus. Un conjunto de malas noticias que ha derrumbado las ventas de diésel y gasolina y ha aupado a los coches eléctricos.
A la vista de la situación, algunas marcas europeas han decidido dar un giro de 180 grados y comenzar a preparar sus propias iniciativas para fabricar baterías. Un elemento clave que era evidente no podía dejarse en manos de terceras compañías de forma completa, lo que está suponiendo importantes inversiones para levantar las primeras fábricas de forma urgente.
Uno de estos símbolos se está construyendo en una pequeña localidad al norte de Suecia. A 9 horas en coche de Estocolmo se sitúa la localidad de Skellefteå, donde Northvolt ha decidido instalar la primera Gigafábrica de baterías de Europa. Una iniciativa comandada por el ex gerente de Tesla, Peter Carlsson, y que cuenta con la inversión de marcas como Volkswagen, BMW, el banco de inversión estadounidense Goldman Sachs y también el grupo sueco IKEA.
Una fábrica que se ha instalado en un terreno equivalente a 70 campos de fútbol, y donde ya se han levantado dos de los tres bloques que darán forma a las instalaciones. Una planta que fabricará baterías usando sólo energías renovables lo que ha sido una de las principales claves de su instalación en un lugar tan lejano de los centros productivos europeos.
Esta espera arrancar su producción a finales de este año con una producción inicial de 8 GWh, suficiente para producir unos 130.000 packs de baterías de 60 kWh. Una cifra que se estima necesitará una inversión de entre 1.250 y 1.500 millones de euros. Cifras que se irán aumentando entre esa fecha y 2023, que es para cuando se espera esté terminada y logre alcanzar una producción de 35 GWh al año, unos 580.000 packs de 60 kWh al año.
En una primera fase se invertirán 1.600 millones de euros en una fábrica que aprovechará el enorme potencial de producción hidroeléctrica de la región, que según sus responsables le permitirá acceder a un coste energético un 50% más económico que en Alemania. Una señal de la enorme importancia de contar con un sistema renovable y eficiente para atraer a la nueva industria.
Y es que hablamos de un sector que está en pleno inicio de su expansión. Como ejemplo la instalación hermana que Volkswagen levanta en Salzgitter, Baja Sajonia. donde el pasado año han invertido 900 millones de euros en una iniciativa donde Northvolt ha participado como asesor para poder aplicar la experiencia en poner en marcha las líneas de producción de baterías también en Alemania pero que todavía necesitará tres años para comenzar su producción.
Pero por delante quedan muchos otros fabricantes que buscarán alternativas, o complementos, a las baterías de los fabricantes asiáticos, lo que permitirá agudizar la competencia y mantener los precios bajo control para que no exista un oligopolio que infle el coste del kWh. Una expansión que supondrá la puesta en marcha de decenas de fábricas de baterías en Europa, la mayor parte todavía en fase de búsqueda de emplazamiento.
Un faro de esperanza para Europa la fábrica sueca, y un espejo donde mirarse a la hora de querer aspirar a acoger las nuevas instalaciones, y donde el coste energético será mucho más importante que el coste de la mano de obra en una industria de gran valor añadido en la que España debería apostar de forma definitiva para lograr hacerse un hueco y no quedarse al margen.