Si… como lo oyes. La empresa australiana Urban Utilities cuenta desde el 25 de mayo de 2021 con un coche eléctrico cuya electricidad se genera gracias a desechos humanos.
Este modelo se corresponde con un Hyundai Kona EV, que cuenta con un vinilo que representa una caca gigante, por lo que resulta bastante llamativo. Este es el tipo de vehículo por el cual giras la cabeza al pasar, sin ninguna duda. Según la portavoz de Urban Utilities, Anna Hartley, los «hábitos diarios» de una persona pueden generar electricidad suficiente como para impulsar el Kona unos 450m.
Hartley dijo que la energía utilizada para cargar el SUV se produce cuando el biogás del tratamiento de aguas residuales se introduce en una unidad de cogeneración. Esta unidad, emplazada en la planta de tratamiento de aguas residuales de Oxley en Brisbane, cuenta con una turbina conectada a un enorme generador.
“Es posible que no se den cuenta, pero más de 330000 personas en el sur y el oeste de Brisbane están ayudando a crear combustible para nuestros coches, que se recargan con caca,” dijo.
Hartley dijo que convertir los excrementos en energía también estaba ahorrando a Urban Utilities alrededor de 1.7 millones de dólares australianos al año en costes operativos. “El pasado año fiscal producimos suficiente electricidad como para alimentar el equivalente a casi 4000 hogares. La iniciativa no solo ayuda a mantener nuestros coches en la carretera, también nos ayuda a operar nuestras dos plantas de tratamiento de aguas residuales, situadas en Oxley y Luggage Point.»
El coche número 2 saldrá a la carretera en breves, junto con el primer coche impulsado por caca de Australia, lanzado por Urban Utilities en 2017. «Estad atentos a nuestro equipo conduciendo por la ciudad: si el diseño llamativo del coche no lo delata, las placas de matrícula ‘Número 2’ seguramente lo harán», dijo Hartley.
“Aquellos que quieran ver de cerca y en persona nuestra flota de coches de caca pueden verlos en el próximo festival de sostenibilidad Green Heart Fair en Chermside, el 30 de mayo.
Si bien esta iniciativa, y su peculiar presentación (empleando el concepto «coche de caca») resulta llamativa, lo cierto es que cada vez más surgen iniciativas que permiten emplear recursos ya existentes para cargar nuestros coches eléctricos. Energía mareomotriz, aprovechar la brutal energía que regeneran los trenes al frenar o molinos de viento verticales en las autovías son algunas de las iniciativas que actualmente se usan.
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Fuente | Urban Utilities