Casi siempre que hablamos de la compra de un coche eléctrico, lo hacemos desde el punto de vista de un cliente que tiene una plaza de garaje o vive en una residencia unifamiliar. Pero con el incremento de las autonomías y la red de recarga cada vez se abre más la posibilidad que aquellos que no tienen un lugar fijo donde recargar su coche eléctrico puedan hacerlo. Pero una de las grandes preguntas es ¿Qué autonomía mínima le pedimos a un coche eléctrico cuando no tenemos un punto de carga en casa?.
Entre los factores a tener en cuenta por supuesto son los kilómetros que vayamos a realizar con nuestro coche, y es que no es lo mismo un particular que recorra 500 o 600 km al mes, que un profesional que recorra más de 3.000 km mensuales.
Según los datos del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, en España tenemos un recorrido medio diario de 41.6 kilómetros. Algo que representan 291 km a la semana, o unos 1.160 km al mes.
Para hacer alguna estimación podemos usar los datos de un coche eléctrico medio, como el Peugeot e208 o el Opel Corsa-e, con sus 45 kWh útiles, que según nuestras pruebas logran una autonomía real de unos 253 kilómetros por carreteras secundarias, y 203 km por autovía a 120 km/h. Algo que haciendo una simple regla de tres nos da una cifra estimada de 228 km de autonomía reales.
Pero esta cifra es contando con aprovechar el 100% de la carga de su batería. Algo poco recomendable desde el punto de vista de la salud de la propia batería, y a nivel operativo por el riesgo de quedarnos tirados al apurar al límite nuestra autonomía.
Es por eso que podemos pensar en la autonomía que lograremos usando la energía entre el 20% y el 80% de la capacidad. Algo que en el caso de los modelos franceses nos da una cifra media real de unos 180 kilómetros.
Si volvemos a la media del Ministerio, los 41.6 km diarios, esto nos indica que un modelo con 45 kWh útiles de batería necesitará cargar entre el 20 y el 80% cada cuatro días. Una recarga que además en el caso del e208 y el Corsa-e podrán completar en una toma de carga rápida en 31 minutos.
Esto quiere decir que de media el propietario de uno de estos modelos tendrá que parar una media hora cada cuatro días para recuperar su autonomía.
Por supuesto, lo ideal sería no dejar que bajase tanto el nivel de carga para sortear cualquier imprevisto. Tanto de recorridos no planificados, como la cuestión de la disponibilidad y correcto funcionamiento de las redes de carga. Por lo que al menos sería necesario parar 15 minutos en una estación de carga rápida cada dos días.
Unas cifras que nos indican que con la actual oferta con modelos ya con más de 60 kWh útiles, esto permitirán incluso aumentar la flexibilidad de uso para aquellas personas sin punto de recarga en sus viviendas, y no solo desplazarse más kilómetros, sino además contar con un gran margen de autonomía.
Por ejemplo, podemos ver propuestas como el Volkswagen ID.4 en su versión con batería de 77 kWh. Durante nuestra toma de contacto de hace unas semanas el ordenador de a bordo nos indicaba un consumo medio de 17,1 kWh/100 km, lo que sería suficiente para recorrer unos 450 km por carga. En este caso hablamos del 0 al 100%.
Si pensamos en una cifra entre el 20 y el 80%, usando unos 46 kWh, el ID.4 nos ofrecerá una autonomía real de unos 269 kilómetros. Casi una semana completa de desplazamientos según la media del Ministerio.
Un ID.4 que además tiene un avanzado sistema de carga rápida logrando una curva de carga muy interesante, con un pico de 126 kW que le permiten recupera 100 km de autonomía en un plazo de entre 15 a 20 minutos, mientras que para hacer el proceso del 0% al 80% necesitará solo 35 minutos.
Dicho todo esto, os dejamos a vosotros la decisión de qué autonomía mínima le pedimos a un coche eléctrico si no contamos con un punto de carga en casa.