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La segunda mega-central hidroeléctrica del mundo comienza a funcionar en China

Tras culminar la Presa de las Tres Gargantas años atrás, China vuelve a confiar en la energía hidroeléctrica de la mano de otra faraónica obra de ingeniería. La nueva central Baihetan que se ubica en la frontera entre las provincias de Yunnan y Sichuan en el suroeste chino, ha sido puesta en marca de manera oficial el pasado lunes.

La nueva presa que se sitúa como la segunda más grande y potente del planeta y cuenta con 16 unidades de generación de energía eléctrica. Cada uno de estos equipos pude generar 1.000 MW.

El pasado lunes la presa ha comenzado a funcionar tras poner en marcha las dos primeras unidades de generación de energía eléctrica libre de emisiones. El resto de estaciones de generación de energía estarán operativas al 100% a lo largo del 2022.

La dimensions de este gigante son de gran calibre. La altura máxima de la presa es de 289 metros y la longitud del arco es de 709 metros.

La capacidad total de generación esperada de la presa de Baihetan es de 16.000 MW, una vez que todas sus unidades estén operativas.

Según Chen Hao, ingeniero del CTGC, «el rotor del generador, un componente central de las unidades, pesa 1.955 toneladas y puede girar a 111 revoluciones por minuto y permanecer estable, lo que garantiza el funcionamiento seguro a largo plazo de las unidades».

En el proceso de construcción de la presa que el 2017 recibió el primer vertido de hormigón hasta completar el último en mayo de 2021. En total se ha empleado un un volumen total de 8,03 millones de metros cúbicos para realizar el cuerpo principal.

La presa de Baihetan es un proyecto clave en el programa de transmisión de energía oeste-este de China, la central hidroeléctrica generará un promedio de más de 62.400 millones de kWh de electricidad cada año.

Desde China califican a esta presa como un fuente de «potencia verde» que se transmitirá al este de China, contribuyendo al desarrollo de alta calidad de la economía local.

Una vez puesta en marcha la central contribuirá a un ahorro de 19,68 millones de toneladas de carbón cada año. Se estima que la reducción de las emisiones de dióxido de carbono alcance las 51,6 millones de toneladas, el dióxido de azufre en 170.000 toneladas y los óxidos de nitrógeno en 150.000 toneladas anuales.

China avanza progresivamente hacia una descarbonización de una economía que es una auténtica devoradora de energía. La nueva presa trabajará en combinación con otras centrales hidroeléctricas en China.

Baihetan es la muestra de un proyecto que ayudará a lograr los objetivos de neutralización de carbono del país, al tiempo que promoverá la transformación integral y ecológica del desarrollo económico y social.

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Fuente | Xinhua Global Service

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