Ser pionero no es sinónimo de cheque en blanco y éxito asegurado. En el sector del coche eléctrico también se puede aplicar ya que marcas que han sido de las primeras en lazarse al mercado, con una enorme inversión, han visto como su presencia ha pasado a la irrelevancia por su estancamiento. Algo que le ha sucedido a Mitsubishi, Nissan, y que ahora corre el riesgo de extenderse al otro miembro de la Alianza, Renault.
Y es que una de las características de los programas de coches eléctricos de estas marcas es su lenta evolución. Mitsubishi se quedó con el iMiEV estancado en 2010. Nissan con el LEAF en 2011, al que ha ido al menos renovando pero usando exactamente la misma plataforma. Por su parte Renault ha dado bandazos con una fuerte entrada en el mercado, con tres coches más el Twizy, pero que no se han renovado en prácticamente ningún aspecto en estos 10 años.
Esto se está traduciendo en una merma de las ventas, que llegan en un momento de explosión de la demanda, y que ha pillado a Renault en un cambio generacional que como hemos comentado, les está llevando mucho más tiempo del deseado.
Por ejemplo, los datos de matriculación de este verano son bastante preocupantes. En un marco donde el mercado crece de forma importante, y donde están desembarcando una buena cantidad de nuevos modelos, el más vendido de Renault sigue siendo el ZOE. Un compacto que ha visto como sus cifras de ventas bajaban un 57% en julio y un 35% en agosto, con 3.976 y 4.032 unidades respectivamente.
Pero dos meses pueden no ser un buen reflejo de la situación. Si miramos el acumulado del año, tampoco hay buenas noticias para el ZOE que hasta el 31 de agosto acumula 41.810 unidades matriculadas, que supone un descenso del 23% respecto al pasado año, y que le colocan en la tercera posición, por detrás del Tesla Model 3 (76.440 unidades) el Volkswagen ID.3 (44.625 unidades) y con el Volkswagen ID.4 acechando por detrás en cuarta posición (33.543 unidades).
Sin duda dos datos regulares que chocan con los de otros veteranos, como el KIA eNiro, que en julio ha crecido un 17% y en agosto ha mejorado sus cifras un 5%, y con nuevas propuestas como el FIAT 500e, la renovada versión del Hyundai Kona eléctrico o el Peugeot e208, cosechando cada vez mejores cifras.
Ante esto Renault tiene en la recámara el lanzamiento del nuevo Megane e-Tech. Un compacto con alma de crossover que será el encargado de estrenar la nueva plataforma modular CMF-EV de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi.
Una propuesta sobre el papel de lo más competitivo, tanto desde el punto de vista estético, de habitabilidad, con sus 440 litros de maletero, pero desde el aspecto técnico, con dos motorizaciones, una de acceso con 130 CV (96 kW) y 250 Nm y una batería de 40 kWh, la cual le dará una autonomía de 300 km WLTP, y otro con un propulsor de 218 CV (160 kW) y 300 Nm asociado a un pack de 60 kWh, gracias al cual homologará un alcance máximo de 470 km WLTP.
Falta por conocer su precio, pero el Megane E-Tech no llegará al mercado hasta el mes de marzo de 2022. Momento en el que deberían empezar las entregas en Francia para posteriormente ampliarse al resto de mercado.
Algo que supone como mínimo otros seis meses por delante para ver a las primeras unidades en la carretera. Un tiempo muy elevado en un sector que se mueve a la velocidad de la luz, y donde dormirse en los laureles puede costar muy caro.
También está la propuesta del sustituto del propio ZOE. El Renault 5 E-TECH Electric. Un compacto que busca explorar el lado emocional y nostálgico del mercado, que llegará como una alternativa más económica con 400 km de autonomía. Pero su llegada no estaba prevista hasta 2023, aunque esto podría adelantarse según los últimos rumores. A pesar de esto, no pasará menos de un año hasta que lo veamos en la calle. Y eso con mucha suerte.
