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Xiaomi quiere acelerar la llegada de su coche eléctrico con la compra de Borgward

En las últimas semanas se están reforzando los rumores que rodean la llegada del gigante tecnológico Xiaomi al mercado del coche eléctrico. Ahora el asunto ha elevado su tono con la información de la compra por parte de la compañía del fabricante Borgward Automotive.

Según la prensa china, Xiaomi estaría cerrando el acuerdo para la adquisición de una marca fundada en 1919 en Alemania, y que como hemos visto en otras ocasiones con denominaciones occidentales que dejaron de funcionar, han sido adquiridas por grupos chinos para facilitar su llegada al mercado del automóvil.

Con este movimiento, Xiaomi se haría con una marca con una fábrica lista para atender la demanda. Una forma de acortar plazos tanto en el aspecto productivo como de certificación de sus productos a base de talonario, y que supone un paso adelante definitivo por parte de la empresa asiática.

Una Borgward que en la actualidad cuenta con una planta en Pekín, dotada de una capacidad de producción de 180.000 unidades al año. Además, esta tiene los centros de diseño y desarrollo en Alemania, lo que facilitará la creación de modelos globales pensados para el mercado internacional.

Una compra que no será especialmente costosa para Xiaomi, ya que Borgward lleva un año con su producción parada por falta de demanda, y lucha por su supervivencia.

De forma paralela, Xiaomi trabaja ya en una segunda fábrica que se situará en la Zona de Desarrollo Económico y Tecnológico de Wuhan, muy cerca de la fábrica de Xpeng y que sacará partido al potente ecosistema que hay en la región con una construcción que empezará antes de terminar este año.

No son los únicos frentes que tiene abierto Xiaomi. Recientemente su presidente, Lei Jun, visitó las instalaciones del Grupo FAW en la provincia nororiental de Jilin. Un encuentro del que no han trascendido detalles pero que podrían responder a la posibilidad de contar con un plan B en caso de que falle el de Bordward, o incluso el sentar las bases para contar con mayor capacidad de producción en el menor tiempo posible.

Una estrategia de la economía de escala, bajos márgenes de beneficio y elevada producción, que son el ADN de una Xiaomi que como vemos no va de farol, y que en pocos años podría convertirse en un protagonista más del escenario del coche eléctrico.

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