Frenada regenerativa, rodar a vela o un sistema mixto, ¿cuál es la mejor opción?

El frenado regenerativo, es decir, la recuperación de energía al desacelerar, aumenta en gran medida la autonomía de cualquier vehículo eléctrico. Sin embargo, lo que debería suceder cuando los conductores de vehículos eléctricos levantan el pie del acelerador para las marcas en general y Volkswagen en particular una pregunta difícil y casi filosófica.

¿Debería el motor de accionamiento eléctrico actuar como un generador, convirtiendo la energía cinética en energía eléctrica, o debería funcionar sin generar energía eléctrica, de modo que el impulso del vehículo se utilice para rodar a vela?

Las respuestas a estas preguntas varían mucho dependiendo del fabricante y el modelo. Algunos vehículos eléctricos recuperan energía cada vez que un conductor levanta el pedal más a la derecha después de la aceleración. En el caso del nuevo SUV compacto eléctrico ID.4, Volkswagen ha optado por una estrategia diferente: la circulación a vela tiene prioridad porque la conversión de energía inevitablemente conduce a pérdidas. Esto se aplica a la posición D (Drive), el modo predeterminado, que se activa automáticamente al iniciarse la conducción.

La función de circular a vela, por la que los conductores quitan el pie del pedal del acelerador desde el principio, hace que la conducción sea relajada y predecible según la marca alemana. Si los conductores quieren desacelerar más, pisan el pedal del freno y activan la recuperación de energía del freno.

¿Cómo funciona?

Durante la mayoría de las maniobras diarias de frenado, hasta alrededor de 0,25 g de desaceleración, el motor de accionamiento eléctrico realiza el frenado solo, mientras que el servo de freno eléctrico solo activa los frenos de fricción en situaciones que exigen más potencia de frenado.

La transición del frenado regenerativo al hidráulico pasa casi desapercibida, gracias al control del sistema de frenos y accionamiento altamente preciso y rápido. Estos sistemas también se aseguran de que las ruedas traseras, donde se produce la recuperación de energía del freno, siempre tengan una cantidad suficiente de agarre.

Cada ID.4 cuenta con asistencia ecológica predictiva (Eco Assistance) como estándar que analiza los datos del sistema de navegación y los sensores del vehículo para proporcionar a los conductores un apoyo eficaz en la conducción eficiente y relajada.

Una vez que el ID.4 se acerca a un área de baja velocidad, como entornos urbanos, cruces y curvas, Eco Assistance notifica a los conductores que quiten el pie del pedal del acelerador. A partir de este momento, el sistema gestiona un desdo y recuperación de energía óptimos sin que los conductores tengan que intervenir.

El coche responde de manera similar cuando se acerca a un vehículo por delante que viaja a una velocidad más baja.

Los conductores pueden usar el interruptor basculante del selector de marchas para cambiar de la posición D a B (freno) en cualquier momento. En este modo, la unidad del SUV ID.4 casi siempre recupera energía durante la desaceleración, pero no hasta un punto muerto.

El límite se ha establecido en 0,13 g, suficiente para una desaceleración claramente notable que no confundirá a los conductores de los vehículos de motor de combustión interna convencionales: el funcionamiento intuitivo es una de las mayores fortalezas de los vehículos.

El ID.4 es el primer SUV totalmente eléctrico de Volkswagen y el primer automóvil eléctrico desarrollado para un mercado global de la marca alemana.

Este nuevo SUV ofrecerá una conducción deportiva pero cómoda según el fabricante, con un interior espacioso, pantallas, infoentretenimiento y sistemas de asistencia.

Fuente | VW