Tras alquilar baterías Renault ahora quiere retomar el cambio de baterías imitando a China
Hubo un día en el que la solución para los problemas de autonomía del coche eléctrico se pretendían solucionar mediante un rápido cambio de batería, utilizando paquetes de baterías de quita y pon. Renault fue una de las empresas que trató de desarrollar una tecnología que pronto abandonaría.
La llegada de China como actor en el terreno del coche eléctrico y la movilidad cero emisiones ha traído de nuevo a la palestra una idea que parecía abandonada, el intercambio de baterías (battery swap).
Mientras en China marcas como NIO y Geely, comienzan a extender una red de estaciones de cambio de baterías, dese Europa Luca De Meo, número uno absoluto de Renault, parece interesado en retomar una tecnología con la que el grupo francés coqueteo en pasado.
Renault se lo está pensando
Recientemente De Meo ha admitido públicamente que esta tomando en consideración la posibilidad de introducir este tipo de tecnologías en los futuros coches eléctricos del grupo galo.
Durante una intervención en el evento Future of the Car organizado por el Financial Times, el manager italiano considera que el intercambio rápido de baterías es una alternativa que permite una carga rápida para cualquier coche eléctrico.
Igualando o superando la parada al surtidor
Con esta tecnología los tiempos de espera son iguales o incluso inferiores a los de una antigua parada en un surtidos de gasolina o diésel. Con una red amplia de intercambio de baterías el coche eléctrico no tendría nada que envidiar, en ningún aspecto, a un vehículo de combustión interna.
Desde China no paran de llegar demostraciones de la velocidad y eficiencia de este tipo e soluciones. NIO y Nelly están demostrando como en cuestión de escasos minutos, un coche pasa de 0% al 100% de carga de batería, Garcías a un cambio rápido y automatizado de todo el paquete de baterías.
Esta tecnología permite una recarga más que ultrarrápida sin que el usuario tenga que bajarse del coche absolutamente para nada. Esto supone, pro tanto una experiencia única, superior a la de cualquier coche eléctrico o de gasolina.