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Las inversiones para producir baterías para coches eléctricos se escapan al norte de Europa. Northvolt y Volvo eligen Gotemburgo para su nueva gigafábrica

Con la transformación del sector del automóvil hacia el coche eléctrico, además de la producción de los propios vehículos, otro apartado se ha convertido en clave. La producción de sus baterías. El componente más costoso que necesitará gigantescas inversiones para su producción. Pero el goteo de nuevas fábricas están escapando del sur de Europa, prefiriendo los países del centro y norte de Europa para su implantación.

La última ha sido la anunciada por Volvo y Northvolt, que han seleccionado Gotemburgo para establecer una nueva planta de fabricación de baterías. Una enorme instalación que comenzará a operar en 2025 y que supondrá la creación de 3.000 puestos de trabajo directos, y que además vendrá acompañado por un centro de I+D que se instalará en el mismo terreno.

En total Volvo y Northvolt destinarán 2.800 millones de euros a una instalación que comenzará el próximo año su construcción,  y que tendrá una capacidad máxima de producción anual de hasta 50 GWh, lo que suministraría baterías para aproximadamente medio millón de coches eléctricos al año.

La elección del norte de Europa

Pero la pregunta es por qué estas inversiones están esquivando el sur de Europa, hasta ahora epicentro de la producción de coches del viejo continente junto con Alemania y el Este del continente. La respuesta la da la propia Volvo, que indica que la planta ha sido ubicada en Torslanda, Gotemburgo, para tener una ruta directa a la fábrica de coches más grande de Volvo.

Por lo tanto, como hemos venido observando en los últimos años, los fabricantes están optando por instalar las fábricas de baterías cerca de las fábricas de coches. Donde van unas, van las otras.

Pero no es el único motivo. Desde Volvo también han indicado que el contar con un suministro de energías renovables también es un punto crucial. Una energía más limpia y además cada vez más económica. Algo muy a tener en cuenta en estos proyectos a largo plazo.

Por último añaden dos razones más. Por un lado la disponibilidad de mano de obra cualificada, fundamental para sectores como la producción y la investigación en el sector de las baterías. También contar con los centros de I+D cerca de ambas plantas. Un círculo que permite a la región de Gotemburgo convertirse en un atractivo centro de producción de coches, baterías, y formación de mano de obra altamente cualificada.

Detrás de este éxito está entre otras cuestiones el empuje del gobierno de Suecia al coche eléctrico. Una administración que ha destinado casi 300 millones de euros al cambio el pasado año a unas ayudas a la compra que ha tenido como resultado un colapso del sistema por la avalancha de peticiones. Unos incentivos que aportaban 6.700 euros para la compra de un eléctrico.

El resultado, en 2021 a pesar de la falta de suministro y las esperas para hacerse con los modelos más populares, en Suecia el 45% de los coches vendidos han sido eléctricos puros o híbridos enchufables. Cifra que podemos comparar con el 7.8% logrado por los eléctricos puros y los híbridos enchufables el pasado año en España.

Como vemos, y tal como han recalcado en su momento algunos actores importantes del sector, como el presidente de SEAT, el contar con una masa crítica de compradores en el país es muy importante a la hora de tomar decisiones como la transformación de una fábrica para producir coches eléctricos. Un paso crítico para luego atraer la producción de baterías, o su reciclado, que busca estar cerca del centro de producción.

Fuente | Northvolt

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