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Wiesmann muestra su nuevo roadster eléctrico

La marca alemana Wiesmann, fundada en el año 1988, no es especialmente conocida en nuestro país. Este fabricante de nicho lleva más de treinta años produciendo llamativos roadsters de diseño retro equipados con potentes motores de origen BMW; sin embargo, todo parece indicar que sus próximos modelos abrazarán la electrificación.

Wiesmann, que quebró en 2014, tiene nuevos dueños y un plan de relanzamiento que pasa por la presentación a lo largo de este 2022 de su primer coche eléctrico, conocido hasta el momento como Project Thunderball. Como no podía ser de otra forma, se tratará de un descapotable de estética retrofuturista enfocado al placer de conducción.

«A medida que la industria automotriz experimenta su mayor revolución en un siglo, no puede haber mejor momento para anunciar el regreso de un ícono automovilístico renovado, renacido y recargado. Thunderball continuará con la reputación de Wiesmann de establecer nuevos estándares de rendimiento, artesanía y puro disfrute. Con su estilo inequívoco, este es el Wiesmann para el siglo XXI, y esto es solo el comienzo», explica Roheen Berry, actual propietario de Wiesmann.

Lo cierto es que, de un tiempo a esta parte, no solo los grandes fabricantes de automóviles están comenzando a migrar del motor de combustión interna al eléctrico, sino que incluso las pequeñas firmas artesanales están constatando el enorme potencial de este tipo de trenes motrices, más sencillos y prestacionales.

El Wiesmann Thunderball se presentará en 2022

Por el momento no está claro si Wiesmann ha vuelto a recurrir al banco de órganos de BMW para desarrollar la unidad propulsora de su nuevo modelo (recordemos que la firma bávara ya suministra baterías de i3 a StreetScooter, el fabricante de furgonetas eléctricas perteneciente hasta hace poco al gigante Deutsche Post).

Tampoco se conoce ningún dato técnico del prometedor roadster como su potencia, la capacidad de sus baterías o su autonomía, si bien podemos esperar que se trate de un vehículo como mínimo igual de prestacional que el resto de propuestas de la compañía.

A pesar de todo, Wiesmann no renunciará por completo a los propulsores térmicos a corto plazo, pues en paralelo al Project Thunderball también está trabajando en el Project Gecko, un radical coupé dotado de un motor 4.4 V8 biturbo de origen BMW. El Thunderball y el Gecko convivirán durante unos años, permitiendo a la marca expandir su base de clientes.

Fuente | Carscoops

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