A lo largo de varias décadas, los impuestos que gravan los hidrocarburos han servido para la financiación del sector público, ya sea para el mantenimiento de la red vial o por cualquier otra excusa. En Suiza los combustibles sufragan en parte la red de carreteras, aunque hay que pagar aparte por la viñeta para usar la red de autopistas y cuesta unos 40 euros al año.
Los coches eléctricos no pagan impuestos sobre hidrocarburos, luego con ellos esa vía de financiación se acabará perdiendo. El Gobierno ha solicitado al ministro de Transportes que perfile una forma de gravar a los eléctricos para que la red viaria siga siendo sostenible. La propuesta podría llegar a finales de año y tendrá que ser aprobada en un referéndum.
En cualquier caso, no tendría efecto hasta 2030. La modalidad preferida por el el gobierno federal es una cantidad fija en función del kilometraje y la categoría vehicular. Por lo tanto, sería algo parecido a lo que pasa con el combustible, los que más aportan son los que más usan sus vehículos, pagando más los usuarios de vehículos comerciales.
A lo largo de 2021 se matricularon en Suiza 242.263 turismos, un 1,5% más que en 2020. Es, por tanto, un mercado pequeño. De acuerdo a la Oficina Federal de Estadísticas (FSO) de los helvéticos, 100.881 fueron de gasolina (-15,3%), 32.680 fueron diésel (-37,1%), 54.515 híbridos autorrecargables (+66,4%), 21.789 fueron híbridos enchufables (+50,9%) y 32.033 totalmente eléctricos (+62,1%).
En otras palabras, prácticamente se matriculó un eléctrico por cada diésel, y dado su crecimiento es comprensible que haya una preocupación de futuro impacto en las finanzas públicas. La fórmula de cobrar tasas adicionales a los vehículos eléctricos para compensar ingresos ya se ha puesto en marcha. Por ejemplo, en el Estado de Texas cobrarán hasta 450 dólares anuales.
En un país donde la media de ingresos por hogar es de más de 6.000 euros al mes el impuesto para los eléctricos sería perfectamente soportable. Los últimos datos de la FSO de Suiza nos recuerdan las altas tasas de ahorro de sus nacionales, por encima de 1.250 euros al mes.