Con el incremento del precio de la energía hemos visto como incluso redes que resistían con precios razonables, como los Supercargadores de Tesla, han disparado sus tarifas más de un 50% en un año. Algo que ha recordado a muchos el privilegio de las unidades del Tesla Model S o X con recargas gratuitas e ilimitadas que ahora se han ido revalorizando gracias precisamente a esto. Pero ¿Merece realmente la pena?
La cuestión es que el coste de la recarga en la red de Tesla, para sus clientes, ha pasado de los apenas 35 céntimos de euro el kWh en agosto de 2021 a los 53 céntimos de euro. Un 51.4% más que el año pasado a estas alturas. Algo que ha elevado el coste medio cada 100 km de los 6.3 a los 9.54 euros.
Pero en el mercado todavía hay unidades de las primeras generaciones de Tesla que cuentan con la promoción de las recargas ilimitadas y gratuitas en la red de Supercargadores.
Si repasamos a las páginas de ocasión, vemos por ejemplo modelos como el Model S 75D del año 2017, lo que supone contar con garantía sin límite de km hasta el año 2025, con apenas 129.000 km en su marcador y con precios de 45.900 euros. Un modelo con una autonomía real de entre 350 y 380 kilómetros y que suele venir acompañado de un amplio equipamiento, incluyendo el Autopilot, y que añade la tracción total que le otorga el apellido «D». (Ver anuncio)
Y es que es interesante optar por los modelos con al menos dos o tres años de garantía por delante para mayor seguridad, lo que nos lleva a unidades de entre el 2016 y 2017 como mucho.
Frente a este podemos optar por un Tesla Model 3 Standard a estrenar. Un modelo mucho más moderno, con mejores acabados y algo más compacto. También con menos espacio en el maletero y sobre todo, sin el enorme portón que nos permite multiplicar la polivalencia del propio maletero respecto al pequeño hueco del Model 3.
Un Model 3 standard que es mucho más eficiente, logrando con sus apenas 57.5 kWh útiles una autonomía homologada de 491 km, o algo menos de 400 km reales, lo que le sitúa a la altura del Model S 75D, y que tiene un precio a estrenar según la web de Tesla de 55.620 euros. Tenemos la opción básica que supone la versión en blanco con llantas de 18 pulgadas, que baja el precio hasta los 51.760 euros, pero supone una espera de casi un año para su entrega, mientras que la configuración «recomendada» por Tesla tiene fecha de entrega entre enero y marzo de 2023. Todo con una garantía que para las unidades de este año curiosamente termina apenas un año después del Model S de ocasión ya que en vez de 8 años sin límite de km, son 4 años o los 80.000 km.
¿Merece la pena el Model S de ocasión?
Por supuesto la decisión no es sencilla ya que son dos coches similares, pero con profundas diferencias. A favor del Model S está que supone casi 10.000 euros menos que el Model 3, su mayor capacidad de carga en su maletero, la propia apertura de la zona de carga, mayor espacio interior, y sobre todo, la posibilidad de recargar gratis para siempre en la red de Tesla.
En su contra que es un coche más antiguo, algo que se refleja en aspectos como la ausencia del sistema de info-entretenimiento de las nuevas versiones, también en unos acabados por debajo de los nuevos modelos, y una menor eficiencia. Aspectos donde algunos añadirán su mayor tamaño, 4.98 metros de largo y 2 metros de ancho, que le hacen más difícil de aparcar frente a los 4.69 metros de largo del Model 3.
Y vosotros, a la vista de la dinámica del precio de la energía y el listado de pros y contras ¿Qué opción pensáis que sería la más indicada? Model S usado con recargas gratuitas, o Model 3 Standard a estrenar.