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Polémica a la vista. Volkswagen limita el uso del sistema V2G en sus vehículos

Volkswagen confirmaba a finales del pasado año la llegada de una actualización que permitía a sus clientes la posibilidad de acceder a la tecnología de carga bidireccional. Una tecnología con la que poder acumular los excedentes de la energía solar de una casa, para convertir al vehículo en la batería de respaldo de la vivienda o la caravana. Pero ahora muchos propietarios se están encontrado con la desagradable sorpresa de un mensaje en sus vehículos donde se les informa que el uso del sistema tiene un límite.

En el mensaje, los propietarios de los Volkswagen ID compatibles con este sistema pueden ver como se les indica que tienen un máximo de 4.000 horas o 10.000 kWh de uso. Una vez superado ese límite, el mensaje avisa de que el sistema de carga bidireccional dejará de funcionar.

¿Cuál es la razón? De momento desde Volkswagen no se ha dado una respuesta oficial a esta extraña y polémica medida que afecta a una tecnología presente en los coches, pero que requiere de un sistema de carga externo, un cargador, con capacidad para trabajar de forma bidireccional. Algo que es complicado y caro de lograr, y que la marca no ofrece todavía.

Entre las teorías de este extraño mensaje, que limita una función de un vehículo privado en contra de la decisión de su propietario, puede estar la cuestión de la garantía de la batería. Como recordamos, Volkswagen ofrece una garantía de 8 años o 160.000 kilómetros.

Esto técnicamente no es un reto para la actual tecnología de baterías, que puede mantener su capacidad más allá de los 1.000 o 1.500 ciclos sin mayores problemas. Y es que los 160.000 km en una batería de 77 kWh son apenas 400 ciclos. En caso de los 10.000 kWh que marca como límite el sistema bidireccional, serían solamente 130 ciclos. Claramente, una cifra que no es para nada un problema técnico para la batería.

Por lo tanto, la parte de degradación de la batería no debería ser un impedimento para dejar libre el número de ciclos y de kWh inyectados.

La otra teoría es la relacionada con la degradación de la batería y el valor residual del vehículo. Y es que sobre el papel, un coche podría llegar a no moverse un solo kilómetro, y después de tres años con un ciclo completo de la batería por día, habría visto como alcanzaba los 1.000 ciclos. En ese caso sería difícil establecer el valor de un coche que apenas ha movido su contador de kilómetros, pero si ha dado un uso intenso a su batería.

Pero este es un caso extremo y poco habitual, ya que el uso diario de la capacidad de la batería sería extraño que superase los 10 o 20 kWh en los meses de menor aportación solar.

La cuestión es que sin duda, resulta hasta cierto punto absurdo que Volkswagen limite el uso de un sistema que debería ser el cliente el que decida si le da o no el uso que necesite. Y llegado el momento si tiene que vender el coche, el comprador debe pedir un informe del estado de la batería, como se recomienda hacer siempre, para conocer el verdadero estado de la misma.

Una polémica gratuita que puede suponer un dolor de muelas para el fabricante, que posiblemente si no rectifica, pueda verse en los tribunales con los clientes descontentos por esta decisión.

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