El 17 de julio de 2017 se abrieron las reservas para el que será para siempre «el primer coche eléctrico de Porsche». Una distinción que no podrá llevar ningún otro modelo en una propuesta que ha roto con lo establecido entre los clientes de la marca, y que ha servido para atraer nuevos clientes. Ahora, el Porsche Taycan está de celebración al sacar adelante su unidad número 100.000 desde el inicio de su producción en 2018.
El modelo que se ha llevado la distinción por este número tan significativo ha sido una espectacular variante Turbo S de color azul Neptuno que se irá para Reino Unido, y que esta semana ha salido de la planta de Porsche en Zuffenhausen.
El camino no ha sido fácil para llegar hasta aquí. Entre los obstáculos están los recientes retos de la falta de suministros, y los provocados por la crisis del coronavirus. Pero las dificultades empezaron antes incluso del inicio de la producción.
En declaraciones a la prensa alemana durante la preparación de las líneas de producción del Taycan en 2017, el jefe de producción de Porsche, Albrecht Reimold, puso sobre la mesa los retos que deben afrontar para lograr comenzar a producir el Taycan. Un reto que supondrá adaptar la fábrica de Zuffenhausen para poder albergar la fabricación de la berlina eléctrica.
El principal problema para Porsche era que a los habituales retos de un nuevo modelo, como el coste de la adaptación de las líneas de producción, ha que añadir que por aquel entonces, mediados de 2018, la planta estaba funcionando a plena capacidad. Una instalación de Zuffenhausen situada a pocos metros de las viviendas más cercanas, que no tenía grandes posibilidades de expansión físicas.
Es por eso que Porsche se enfrentaba al gran reto de adaptar una instalación que producía el 911, el 718 Boxster, y el 718 Cayman. Algo que para el directivo de Porsche suponía todo un reto, que cataloga como extremadamente difícil.
El encargado del proyecto, David Thor Trygvason, indicaba que para lograr añadir la línea del Taycan, tendrían que demoler parte de la estructura, volver a reconstruirla en poco tiempo, y todo sin afectar a la producción en el resto de parte de la fábrica. Un reto a nivel económico, pero también de tiempo y de logística que finalmente se logró.
Unos trabajos que han dado como resultado una avanzada planta de producción, con nuevas tecnologías y procesos, donde por ejemplo se recurre a la inteligencia artificial para la producción de las cadenas cinemáticas eléctricas.
El impacto del Taycan
Ahora, tres años después el balance es muy positivo para la marca, que ha logrado hacerse un hueco en el mercado con un producto que ha logrado elevadas cotas de satisfacción entre sus clientes. Según Kevin Giek, director de línea de producción del Taycan. «Estamos muy contentos de haber alcanzado este hito en la historia de la producción tan rápido, a pesar de los desafíos recientes, como la escasez de semiconductores y la situación fluctuante del coronavirus. Con el Taycan, tuvimos un comienzo muy exitoso en la era eléctrica«.
Pero sin duda la parte más importante es el nivel de satisfacción de los clientes del Taycan que destacan aspectos como su diseño, calidad, pero también fiabilidad. A esto se añade su rendimiento dinámico donde sale a relucir el ADN de Porsche, pero combinándolo con la comodidad de una berlina de altas prestaciones que también está lista para completar grandes viajes.
Por ejemplo, Markus Kreutel, es un empleado de Porsche que utiliza en su día a día un Taycan Turbo en sus desplazamientos diarios de hasta 1.500 kilómetros, donde usa principalmente estaciones de carga rápida.
Entre febrero de 2021 y agosto de 2022, esta unidad recorrió exactamente 134.911 km, tiempo en el que no ha tenido ningún problema mecánico, el único imprevisto ha sido el desprendimiento de la cubierta de plástico del cierre del portón trasero, y donde la batería mantiene el 91% de su capacidad original. Algo destacable teniendo en cuenta el uso masivo de la carga ultrarrápida.
Porsche Taycan. Restyling en 2024
Ahora después de un inicio de lo más prometedor, el Taycan se enfrenta a una fase donde tendrá que comenzar a preparar su primera renovación.
Y es que la competencia aprieta con la llegada de propuestas coo el Lotus Envya (2023) o el Polestar 5 (2024). Está previsto que el modelo alemán reciba un restyling en el año 2024, el cual traerá consigo una serie de mejoras estéticas, de equipamiento e incluso mecánicas.
Entre los puntos más interesantes, además de cambios estéticos y de equipamiento, está en la aparición de una variante Turbo GT, la cual se caracterizará por contar con un conjunto propulsor de tres motores, misma configuración que podemos encontrar en los Maserati GranTurismo Folgore, Lucid Air Sapphire y Tesla Model S Plaid. Este modelo se convertirá en el nuevo buque insignia de la gama con sus cerca de 1.000 CV, que supondrá el culmen prestacional de la gama Porsche.
