No son pocos los alarmistas que llevan años diciendo que la llegada de millones de coches eléctricos al mercado supondrá poco menos que el fin del mundo. El colapso de las redes eléctricas y el aumento de los costes. Pero la realidad está demostrando justo lo contrario, y además de no colapsar nada, el coche eléctrico está ayudando a las empresas energéticas a lograr mayores rendimientos de sus sistemas.
El estudio, financiado por el Consejo de Defensa de los Recursos Naturales de los Estados Unidos y conducido por la consultora Synapse Energy Economics, ha analizado el coste de llevar la energía a los diferentes clientes comparando las cifras de tres empresas eléctricas.
Este ha descubierto que en lugares con gran concentración de coches eléctricos, como California, con más de 731.000 eléctricos censados a finales de 2021, el beneficio por cliente es mayor que en zonas con menos concentración de coches eléctricos.
La clave es que aunque los clientes con un coche eléctrico usan significativamente más electricidad que los que no lo tienen, pero al mismo tiempo son relativamente baratos para las empresas eléctricas cuando se consideran los costes de generación, transmisión y distribución de energía.
Esto significa que por un lado tienen clientes que realizan un mayor consumo energético, y además lo hacen principalmente en horario nocturno. Algo que permite ofrecer los servicios de distribución eléctrica sin necesidad de grandes modificaciones ni adaptaciones en el sistema, precisamente por no coincidir la carga con el pico de demanda.
Una carga nocturna que favorece el incremento de ingresos de las empresas eléctricas, que según el estudio entre 2012 y 2021, generaron solo entre estas tres empresas y en California unos 1.700 millones de dólares en ganancias netas gracias a los coches eléctricos.
Pero en mercado como California, los beneficios están regulados y tienen un límite de ganancias, por lo que están obligados a devolver los beneficios extraordinarios logrados en este caso gracias a los coches eléctricos, lo que se realiza con una bajada de las tarifas eléctricas a todos los clientes. No sólo los propietarios de coches eléctricos.
Los responsables del estudio han indicado que si los vehículos se cargasen durante el día en las horas de mayor demanda, si sería necesario hacer grandes inversiones para adaptar la red. Pero la realidad muestra que la mayor parte de las cargas se realizan durante las noches, por lo que en la práctica las actualizaciones son mínimas.
La conclusión es que la llegada del coche eléctrico no solo permite reducir las emisiones contaminantes y contar con una alternativa a la dependencia energética. También es una herramienta que puede permitir sacar mayor partido a las actuales redes de distribución eléctrica, lo que aumentará los beneficios de las empresas y con una regulación adecuada, se podrán bajar los costes eléctricos a todos los clientes.
Fuente | NRDC
