A pesar de que Tesla asegura que la privacidad de sus clientes «es y siempre será enormemente importante para nosotros», en los últimos días se ha visto salpicada por un escándalo que con el paso de las horas se va haciendo cada vez más grande. Y es que, de acuerdo con varios exempleados de la compañía entrevistados por Reuters, entre 2019 y 2022 algunos trabajadores compartieron en sus chats internos imágenes íntimas de los usuarios tomadas por sus propios coches.
Al igual que ocurre con los vehículos de otras marcas, los automóviles fabricados por Tesla cuentan con un conjunto de cámaras en todo su perímetro (e incluso en el habitáculo) como parte del hardware de detección necesario para el funcionamiento de los asistentes de seguridad y del sistema de conducción semi-autónoma Autopilot.
Desde 2016, Tesla emplea a cientos de personas para etiquetar imágenes con el objetivo de ayudar a sus vehículos a reconocer peatones, señales, puertas de garaje y otros elementos que puede encontrarse un coche en circulación. Para que los sistemas de inteligencia artificial puedan «aprender» a realizar tareas automatizadas, es necesario que los etiquetadores tengan acceso a los vídeos tomados por los automóviles.
Aunque se presupone que durante este proceso se respeta la privacidad de los usuarios, esto no parece cumplirse en Tesla. La mayoría de imágenes compartidas (perros, señales de tráfico, etc) eran convertidas en memes por los trabajadores, pero otras mostraban a personas en situaciones comprometidas. Por ejemplo, en una de las grabaciones subidas se podía observar a un hombre acercándose completamente desnudo al vehículo.
Una grave violación de la privacidad
Los empleados también compartieron en sus grupos un accidente que tuvo lugar en 2021, en el cual se podía observar como un coche a alta velocidad golpeaba a un niño que iba en bicicleta. Este vídeo se difundió en una oficina de Tesla en San Mateo (California) a través de chats privados «como un reguero de pólvora», según explica uno de los extrabajadores.
Si bien Tesla afirma que las grabaciones tomadas por las cámaras «permanecen anónimas y no están vinculadas a usted ni a su vehículo», siete de los antiguos empleados señalan que el programa que utilizaban mostraba la ubicación en la que fueron tomadas las imágenes, lo que podría revelar por ejemplo la dirección del usuario.
«Podíamos ver el interior de los garajes de las personas y sus propiedades privadas. A veces vi algunas cosas escandalosas, ya sabes, escenas de intimidad, pero no de desnudez. Y definitivamente hubo muchas cosas que no me gustaría que nadie viera sobre mi vida».
Fuente | Reuters
